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La Tribuna

No confundir la xenofobia con la preocupación o la adaptación

por Leslia Jorquera

Bienvenidos los extranjeros, pero dejen masticar y digerir a esta sociedad estos cambios. No todos pueden entenderlo fácilmente y no necesariamente están discriminando.

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Bienvenidos los extranjeros, pero dejen masticar y digerir a esta sociedad estos cambios. No todos pueden entenderlo fácilmente y no necesariamente están discriminando.

Parece que en este mundo cada vez más abierto y más tolerante, la libertad de expresión o las preocupaciones de los seres humanos están siendo cada vez más crucificadas.

Ya nadie puede decir mucho, porque puede herir susceptibilidades o la libertad del otro.

Pese a lo positivo de la integración y la aceptación entre nuestros pares sociales, hay temas en que como sociedad somos intransigentes.

Por ejemplo, si alguien no apoya al ex gobierno de Michelle Bachelet, es “facho”. Por el contrario, si alguien apoya el asistencialismo social, es “comunista”. Una especie de tolerancia intolerante.

Lo mismo está sucediendo frente al caso de la masiva llegada de extranjeros al país y obviamente centrado en los haitianos. En prácticamente todas las ciudades de Chile, se ha podido ver los departamentos de extranjería el colapso por estas personas de una cultura diferente a la nuestra, de color diferente al nuestro y con formas de vivir bastante opuestas. Este choque cultural, no es fácil de digerir por todos.

Imagínese, Facebook ha hecho en más de una oportunidad modificaciones al menú de inicio y la gente colapsa y pretenden que todos cambien la construcción clásica de sociedad ¿sin decir nada?

Bienvenidos los extranjeros, pero dejen masticar y digerir a esta sociedad estos cambios. No todos pueden entenderlo fácilmente y no necesariamente están discriminando.

Las preocupaciones que tienen los connacionales, por lo demás, son válidas, ¿qué pasará con los haitianos ahora que se acabará el tiempo de cosecha? ¿de qué van a vivir? ¿seguirán viviendo en esas precarias condiciones de habitabilidad de las pensiones en piezas de 10 personas o más? Plantear estos temas no es xenofobia.

Tampoco, es xenofobia criticar al gobierno por la facilidad legal con la que llegan inmigrantes a instalarse a la precariedad y la vulnerabilidad social, sin que alguien ponga freno.

Menos aún, no se está discriminando cuando sabemos que con los haitianos en su país, existen personas ganando mucho dinero ofreciendo estos paquetes “turísticos”, que les permiten salir de ese lugar a buscar un futuro (de ahí que todos lleguen con el famoso sobre amarillo”.

La sociedad necesita tiempo para entender. Los cambios nunca han sido fáciles para todos. Las nuevas generaciones serán claves en esto, pero los más adultos o longevos, acostumbrados a su país en ciertas características, no pueden adaptarse rápidamente.

Hagamos todos el esfuerzo y dejemos de pensar que las cosas son blancas o negras. Catalogar a las personas sólo en los extremos, no aporta en nada.

Claramente, existen xenófobos, pero manifestar una opinión sobre la masiva y descontrolada llegada de migrantes y ver el costo que traerá para el Estado dicha situación, cuando en 2018 ni siquiera han podido derrotar la pobreza y la desigualdad con los nacidos en esta tierra, son preocupaciones, no discriminaciones.

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