El golpe de timón que estábamos esperando

La semana pasada, en este mismo espacio, aprovechamos La Tribuna que ustedes, nuestros lectores, nos han confiado, para realizar una crítica constructiva a la nueva gobernadora de la provincia de Biobío.

Siempre existen personas que extrapolan la crítica para llevarla al ámbito personal o casi conspirativo, pero la realidad es que nuestra ética profesional y la dedicación que tenemos sólo apuntan al bienestar de la sociedad y que todos puedan disfrutar de los beneficios del crecimiento y el desarrollo en todo orden de cosas. Para eso existe este diario.

Lo cierto es que, posterior a dicha crítica, ocurrió un cambio notorio. No pecaremos de arrogancia de creer que fue consecuencia de lo planteado en esa ocasión por este medio, pero el día jueves y viernes pudimos apreciar lo que estábamos esperando: una gobernadora que empieza a empoderarse de su cargo y que organiza sus acciones, toma decisiones por el bien de su gestión y del Gobierno e, incluso, protagoniza junto al intendente Jorge Ulloa una mesa de trabajo con todos los alcaldes de Biobío, no para politiquerías, sino para comenzar a tomar nota de los anhelos y necesidades de cada una de las 14 comunas que componen el territorio.

La salida de Marcelino Rivera fue algo que le costó decidir, pero es una muestra de aquella determinación que faltaba. Los operadores políticos que se quedaron y que se esconden de oficina en oficina justificando como nunca sus sueldos hoy saben que la autoridad provincial no va a titubear en una decisión, si es que insisten en permanecer en sus cargos o, si es que se quedan, los ojos estarán encima de ellos por si quieren perjudicar la gestión.

Fuera de las polémicas de la instalación y salida de funcionarios, se debe destacar que el día viernes fue cuando vimos a María Teresa Browne como la líder que esperábamos, respondiendo a las preguntas de la sociedad, de la prensa y segura de lo que está haciendo. Ese empoderamiento aplicado al progreso y desarrollo es el único que permitirá posicionar a nuestra provincia con la relevancia que tiene, para que no continúe siendo el patio trasero de Concepción.

Quizás tardó un poco más de lo esperado en actuar, pero este impulso y energía que vemos en la líder provincial es el que debe permanecer. El progreso de la zona está en sus manos y en su capacidad de gestión.

Por sus actos la conoceréis.