Chile armado

¿Qué tienen en común las Guerras de Vietnam, de las Malvinas, del Libano en 1982, Colonial Portuguesa, de la frontera de Sudáfrica, las civiles de Rodesia, Sri Lanka, Somalí o Siria, las operaciones antiguerrilla de Colombia y Filipinas o la guerra contra el narcotráfico de México? La respuesta es un tipo de arma que estuvo presente en todos estos combates. Su nombre es subametralladora Uzi, que es un arma de origen israelí, con cerrojo telescópico y que permite insertar el cargador en el pistolete y acortar su longitud como ocurre con otras ametralladoras. La descripción es amenazante y atemorizadora.

Pues bien, esa arma, de alto poder bélico, fue la que el día de ayer, terminó con la vida de Óscar Eduardo Galindo Saravia, carabinero oriundo de Cañete y padre de tres hijos quien fue atacado cuando se encontraba realizando un control vehicular en dicha comuna -en el marco de un operativo antidrogas-, recibió dos impactos de bala en la cabeza y uno en la muñeca.

Ya hablábamos en la Editorial de ayer, de la conducta del magistrado que dejó libre a un individuo que portaba gran cantidad de armamento en la capital.

Ante esto resulta totalmente necesario que las autoridades puedan prever la situación que se está observando: un país que se está armando desde el mercado negro y que en las manos equivocadas se transforma en un atentado a la seguridad nacional.

En este sentido el gobierno y los parlamentarios de todos los sectores son claves ¿van a propiciar el armamento por parte de la sociedad o van a generar obstáculos y sanciones ejemplificadoras con toda claridad para que los jueces puedan castigar como corresponde?

Hoy, por culpa de armamento ilícito de alto calibre en manos del narcotráfico, se están perdiendo padres, madres e hijos. Ayer fue un uniformado, mañana perfectamente puede ser usted o un ser querido.

La sociedad tiene también una gran responsabilidad y es que debe denunciar cuando detecte estos hechos, de lo contrario, somos cómplices de una comunidad corrupta que pretende a través del miedo, silenciar a los débiles, atentar contra el sistema y sólo para mezquinos intereses.