La nueva vida del hombre que recibió disparo de ex concejal de Negrete

Aquel 1º de mayo de 2014 lo describe como un día tranquilo. Conversaba con su hermano Guillermo sobre temas laborales y estaban próximos a partir a Valdivia por trabajo “hasta que salió este tipo, me vio y comenzó el caos”.

Es parte del relato de Adolfo Flores Muñoz (29), uno de los hombres que recibió uno de los disparos percutidos por el ex concejal negretino Víctor Manuel Rodríguez Pincheira.

Para Flores, la situación ha sido traumática. Según relató el joven, no esperaba que un simple llamado de atención a uno de sus vecinos para que bajara la velocidad del automóvil, tres días antes, terminaría con él y su hermano con heridas de gravedad producto de un proyectil balístico.

Flores expresó que en el sector hay un parque y es un lugar donde juegan muchos niños y hay mascotas sueltas; “nunca pensé que ello llegara a causar tal efecto que, posteriormente, fuéramos abordados por Víctor Rodríguez”, sostuvo la víctima.

El día que ocurrieron los hechos, Adolfo probaba una bicicleta en las inmediaciones del pasaje donde vivía; dobló a mano derecha, dándole la espalda a dicho pasaje para, luego, dar la vuelta.

Recién en ese momento se percataría de que Rodríguez barría las hojas de su casa; Adolfo da otra vuelta en la misma dirección. Su hermano y el hombre que arregló su bicicleta lo esperaban; a su regreso, Flores se percata de que Rodríguez entró a la casa y salió rápidamente para caminar paralelo a él.

“Acelero un poco en la bicicleta y alcanzo a decirle a mi hermano que Víctor Rodríguez venía más atrás; en eso, Rodríguez hace como que va a pasar de largo por la vereda del frente, se detiene y gira de frente hacia nosotros que estábamos al frente de mi domicilio y del domicilio de don Milton, del taller de bicicleta”, relata Adolfo.

Según lo relatado por Flores, en el lugar los enfrenta Rodríguez, originándose un altercado entre ambas partes; tras unos minutos de discusión verbal, el ex concejal se levantó la polera y, de la pretina del pantalón, sacó un revolver de un calibre bastante potente.

Con ese mismo revolver, efectúa un primer disparo que pasa rozando las piernas de Guillermo para, luego, percutir un segundo tiro que le atraviesa la pierna izquierda, fracturándole el peroné.

Su hermano comienza a gritar; atónito, Adolfo se baja de su bicicleta y levanta sus brazos en señal de que estaba desarmado.

“Él me apunta al pecho a una distancia de, aproximadamente, dos metros o dos metros y medio. Cuando me doy cuenta de que estaba decidido a dispararme, me doy vuelta, poniendo mi hombro por sobre mi pecho. Me disparó igual, la bala me entró por el hombro derecho, atravesó las partes blandas, llegando a la vértebra C6 y C7, pulverizándome la vértebra C6, cayendo tetrapléjico de inmediato”, relató Flores.

Después de ello, cayó. Quedó consciente y le costaba respirar pidiendo que lo dieran vuelta; “mi señora salió de la casa, me miró y pensó que estaba muerto. Se dirigió hacia Víctor Rodríguez, quien estaba apuntando nuevamente a mi hermano en el pecho y la cabeza, suplicándole que no matara a mi hermano”, recuerda Flores.

En eso llegó la ambulancia que –posteriormente- lo trasladó hasta el Complejo Asistencial “Dr. Víctor Ríos Ruiz” de Los Ángeles donde estuvo hospitalizado en la UTI. Hasta ahí alcanzó a recordar.

“TODAVÍA NO SOY CAPAZ DE PROYECTARME”

Desde aquel día a la fecha, lo más complejo de afrontar ha sido su paternidad. “Me siento incapaz de cuidar, de ser un protector para mi familia, para mi hija que venía en camino y que, a todo esto, la conocí dos meses después de haber nacido”, relata Flores.

Agrega que la conoció mientras permanecía en el Centro Esperanza Nuestra, donde se rehabilitaba. “No soy capaz de defenderla de nada, no soy capaz de trabajar en nada. Mi trabajo antiguo requería de mi integridad física completa: movimientos motores finos con mis manos, no tengo. De hecho, muevo mi mano izquierda para poder comer y para vestirme tengo que hacerlo con asistencia. Dependo de una segunda persona siempre, de aquí para el resto de mi vida según los doctores”, expresa Adolfo.

Para el joven padre, ha sido una situación compleja de aceptar. “Ha sido muy difícil darme cuenta de que ya no voy a poder hacer las cosas que me gustaban: yo salía a correr mucho, me gustaba jugar mucho a la pelota. Toda mi vida se basaba en movimiento. No me gustaban los trabajos estáticos.

Todavía no me proyecto, no soy capaz de proyectarme. Todavía estoy en proceso de duelo por lo que me pasó, todavía estoy asimilando, sufriendo el cambio abrupto, doloroso. Todavía estoy en ese proceso de duelo de quien se fue y quien soy ahora”, puntualiza el Adolfo.

LECTURA DE SENTENCIA

De forma unánime, los jueces que integraron la sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TJOP) de Los Ángeles declararon culpable al ex concejal de Negrete, Víctor Manuel Rodríguez Pincheira, por los delitos de tenencia ilegal de arma de fuego, lesiones graves y lesiones graves gravísimas.

Ello, luego de que el 1º de mayo de 2014. A eso de las 15 horas, hiriera de bala a dos hermanos en un incidente ocurrido en calle Río Vergara, en la comuna de Negrete, y que los dejó con lesiones de gravedad.

A consecuencia de ello, Adolfo Flores Muñoz deberá permanecer en silla de ruedas de por vida.

La audiencia de lectura de sentencia quedó fijada para el mediodía de este sábado.

En este caso, el Ministerio Público solicitó la pena de 4 años por porte ilegal de arma de fuego, 818 días por las lesiones graves y 7 años y 6 meses por las lesiones graves y gravísimas.

De igual forma, Rodríguez tiene una atenuante que es el hecho de que nunca ha sido condenado anteriormente por crimen o simple delito.