El gerente de la Asociación de Canalistas Biobío-Negrete, Juan Vallejos, analizó el impacto de la proliferación de loteos en sectores rurales del país y su efecto en la disponibilidad y administración del agua en estos lugares.
En conversación con diario La Tribuna, explicó que la intervención de los cursos de agua ha complicado la administración del recurso, afectando esto la producción de alimentos en el campo. Por ello, llamó a contar con una mejor planificación territorial que defienda los acueductos y las funciones productivas que cumplen.
“Lo que hay es una constatación empírica de lo que está pasando hoy en los campos, que responde a una intervención de las redes de distribución de agua de riego, producto de las subdivisiones prediales”, dijo el representante de los regantes. Añadió que esto “se hace en forma masiva en todos los sectores de los campos, no necesariamente cerca de los centros poblados, sino que en cualquier parte. Creo que esto es una respuesta a los ingresos, que no se tienen de otra forma por parte de los propietarios de los terrenos”.
Vallejos observó que “esto produce problemas administrativos, porque es muy difícil interactuar con gente que no tiene cultura del riego”.
COMPLICACIONES EN ADMINISTRACIÓN DEL AGUA
“Mucha gente no sabe la importancia de un canal o de un desagüe. Muchas veces estas subdivisiones no tienen derechos de aprovechamiento; sin embargo, los canales pasan por estas y los derechos quedan comprometidos en estas subdivisiones”, ejemplificó el vocero de la asociación.
Indicó que “muchas veces los canales se ven intervenidos por construcciones o usurpaciones. A veces la gente cree que tiene derecho a extraer agua del canal porque pasa por su terreno. Eso complica muchísimo la administración de los canales y al complicarse eso se complica la entrega a quienes tienen que hacer uso agrícola del agua”, declaró Juan Vallejos.
El vocero de la Asociación de Canalistas Biobío- Negrete aseguró que “estamos enfrentados a un problema que es muy grave, donde además hay una segunda mirada desde el punto de vista legal de los derechos de aprovechamiento”.
El representante del órgano coordinador de usuarios de agua del río Biobío, dijo igualmente que “es imposible, físicamente, distribuir un poco de agua a un sitio de 5 mil metros, porque le dan una porción muy pequeña de agua y se complejiza su entrega. La otra alternativa es vender esos sitios sin derechos de aprovechamiento de agua. En ese caso pasa lo que expliqué anteriormente, donde no se cuenta con un derecho de aprovechamiento de agua, pero sí una servidumbre de un canal que atraviesa sus predios y que se ve afectada, la mayor parte de las veces, por el desconocimiento de cómo funcionan las redes de canales”.
ORGANIZAR USO DEL SUELO
Sobre el manejo del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de la contingencia de las parcelaciones rurales en Chile, el gerente de los regantes consideró que “la planificación territorial es un instrumento de trabajo básico para la ubicación de la población, pero nos cruzamos con derechos que tenemos como ciudadanos, dentro de los cuales está subdividir la tierra, los derechos de aprovechamiento o hacer construcciones. Hay que tratar de defender estos acueductos para que puedan seguir prestando sus funciones productivas. La producción de alimentos podría verse complicada en caso contrario”.
Vallejos opinó que “a nivel territorial, como sociedad, debiéramos definir cuáles van a ser los usos que queremos destinar o qué zonas debemos priorizar para el uso productivo agrícola, el uso industrial o el sector vivienda. Hoy, una foto aérea de cualquier parte del sector rural muestra la proliferación de viviendas, que está absolutamente descontrolada, lo que se asocia a otros problemas, como los sanitarios o de servicios municipales o del Estado”. El vocero de los regantes indicó que “hay un montón de estos servicios que no son exigidos al minuto de construir estas viviendas. En la medida que se exija que las cosas se hagan bien es mucho más fácil poder planificar los territorios”.