Agroforestal

Desafíos de la producción agrícola: producir más con menos

Pensar en el presente y el futuro es fundamental para los distintos actores del sector agrícola, con la mirada puesta en la innovación para un uso eficiente de insumos y una producción sostenible tanto ambiental como socialmente.

La agricultura sostenible se ha trabajado considerando los desafíos de la actualidad.
La agricultura sostenible se ha trabajado considerando los desafíos de la actualidad. / FUENTE: Diario La Tribuna

Actualmente, somos testigos de una serie de transformaciones tecnológicas sin precedentes, comparables solo a la revolución industrial y que trascienden todos los sectores económicos, incluyendo la agricultura y la producción de alimentos. Ante la proyección de una población mundial que se espera supere los 9 mil millones de habitantes en 2050, surge la necesidad apremiante de aumentar la producción de alimentos en un 30%. Sin embargo, este desafío se ve agravado por la reducida disponibilidad de suelo agrícola debido a la erosión, la desertificación, la intensa urbanización y el cambio climático. 

En consecuencia, nos encontramos ante la imperiosa tarea de incrementar la producción alimentaria con menos recursos disponibles, es decir, hay que producir más alimentos con menos recursos. En ese contexto, uno de los grandes desafíos en la industria agrícola es usar de manera eficiente los recursos además de sobrellevar la escasez de mano de obra que existe actualmente. Agromillora, una de las empresas agrícolas más relevantes a nivel mundial y local, ha trabajado durante años para seguir desarrollando la agricultura sostenible y eficiente del futuro realizando nuevos modelos, como el SES (Soluciones Eficientes y Sostenibles) que es un sello que identifica una propuesta de valor de basada en el cultivo en seto.

Este sistema tiene un impacto positivo en tres áreas claves: lo social, al promover el desarrollo socioeconómico en áreas rurales, fomentar la modernización tecnológica y la innovación agrícola; lo ambiental, al combatir la desertificación y degradación del suelo, y al permitir la mecanización eficiente de los cultivos reduciendo el impacto ambiental; y los inputs, al impulsar la reducción y uso responsable de productos fitosanitarios, contribuyendo a una menor huella de carbono.

El cultivo en seto se puede aplicar a distintas especies como olivos, frutos secos, cítricos y frutales de hueso. Presenta ventajas como una alta mecanización, lo que reduce costos y mano de obra, una mayor calidad del producto y eficiencia en la aplicación de productos fitosanitarios. Al respecto, desde Agromillora, explican que "los modelos en seto son una realidad en el panorama agronómico a nivel mundial y representan el futuro de un sector cada vez más competitivo. En nuestro caso, seguimos trabajando arduamente en la implementación de este sistema en distintos cultivos, para ofrecer una amplia variedad a nuestros clientes". 

Uno de los mejores ejemplos de este modelo es el olivar en seto, un modelo agronómico revolucionario que desde Agromillora han impulsado hace más de 30 años y que han utilizado junto a muchos de sus clientes, permitiendo aumentar la rentabilidad de forma muy notable respecto al olivar tradicional. Entre las principales características de este sistema destacan: la plantación en seto con plantas con un formato idóneo que llamamos Smarttree®, multiplicación in vitro  de portainjertos de bajo vigor, variedades con rápida entrada en producción, alta densidad de la plantación y podas y cosechas totalmente mecanizadas. 

Debido al éxito en el cultivo de olivares, el 2014 se implementó este sistema en nuevas especies, como los Ciruelos en donde se combinan tres factores importantes, la variedad D’Agen una de las más cultivadas en Chile, el patrón Rootpac® 20,un patrón enanizante obtenido por Agromillora y la conducción en seto. Con este modelo se da la alternativa de mecanizar labores y gestionar el huerto para un doble propósito, para fresco y/o deshidratado. 

Otra especie con la cual se implementó este modelo es el almendro, los cuales están rompiendo el límite geográfico tradicional en Chile, ya que las heladas impedían su expansión más allá de la región de O’Higgins. Aquí, al igual que en el ciruelo, la genética y la variedad juegan un rol fundamental, ya que la suma del del patrón Rootpac® 20 y las variedades europeas de floración tardía permiten el óptimo desarrollo para la zona del sur de Chile.

Actualmente existen más de 200 hectáreas de Ciruelas D’Agen en seto plantadas en Chile  y de Almendros existen más de 2.500 hectáreas plantadas en seto en el mundo, siendo España el principal impulsor de este modelo. Sin duda este tipo de cultivos está siendo un gran aporte, obteniendo la máxima calidad genética y sanitaria, reduciendo los tiempos de producción y ayudando a obtener mejores resultados.

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