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Junta de Vigilancia del Biobío reitera voz de alerta por toma de acceso a central Ralco

El impedimento para acceder a la unidad generadora, cuya represa tiene la capacidad de regular el río Biobío, podría comprometer la disponibilidad de agua para el verano.

La cuenca del Río Biobío cuenta con un acuerdo de operación del embalse para llegar a un cierto nivel y poder regar en la temporada, situación que se arriesga por la toma del embalse.
La cuenca del Río Biobío cuenta con un acuerdo de operación del embalse para llegar a un cierto nivel y poder regar en la temporada, situación que se arriesga por la toma del embalse. / FUENTE: Diario La Tribuna

El presidente de la Junta de Vigilancia del Río Biobío, Juan Vallejos, alertó que la toma del acceso hacia la central hidroeléctrica Ralco, que impide la operación física en la planta generadora, podría poner en riesgo a la población situada aguas abajo del embalse. Específicamente por la perspectiva de lluvias intensas para este fin de semana, lo que impediría que la represa pueda contener los posibles incrementos del volumen de agua.

Vallejos recalcó que "el embalse Ralco es una obra tremendamente estratégica para el funcionamiento general de la cuenca. Es el principal acumulador del río Biobío y es el único con la capacidad de acumular agua para una temporada".

Por lo mismo, añadió, "no tener el control de una infraestructura así supone ciertos riesgos que es necesario que las autoridades entiendan. El funcionamiento de una obra así es demasiado importante para toda la población que está bajo el embalse".

LLUVIAS PONEN EN RIESGO A LA POBLACIÓN

El directivo puso como ejemplo las consecuencias de lo ocurrido con las crecidas de fines de junio en los ríos Laja y Duqueco: "En el Biobío hubo una crecida menor en comparación con otros ríos que no están controlados por embalses".

Según titular de la organización, eso fue posible "porque el embalse Ralco fue capaz de acumular una enorme cantidad de agua, evitando que  fuera una crecida mayor durante el invierno".

Sin embargo, hizo ver que ahora "la condición es distinta, porque el embalse Ralco está casi a un 100% de su capacidad, entonces el manejo es mucho más delicado". El tema cobra mayor importante por las lluvias previstas para este fin de semana en que si bien "no hay claridad de cuánta será, si son intensas en la alta cordillera y asociadas a isoterma alta, podrían generar caudales importantes que no podrán controlarse con el embalse".

Por lo mismo, insistió en la importancia del "control detallado de los niveles lo tengan las personas a cargo del manejo del embalse para evitar catástrofes aguas abajo".

MAL MANEJO ARRIESGA SUMINISTRO DE AGUA

Juan Vallejos contó que "como cuenca, tenemos un acuerdo de operación que permite llegar con el embalse a un cierto nivel para regar y que todos los usuarios hagan uso de sus derechos de agua durante todo el verano".

Por lo mismo, indicó que "si por algún motivo no se puede operar adecuadamente (la central hidroeléctrica) y empezamos a perder agua en esta época, tampoco es beneficioso, porque nos va a faltar agua al final del verano".

Por eso, advirtió que "frente a cualquier emergencia en la que se requiera que el personal ingrese a la planta, no se puede asumir ese riesgo como sociedad, de que no se pueda hacer".

"No hay que olvidar que hay casi un millón de personas que beben agua directamente del río Biobío, es decir, cuyas bocatomas de plantas de agua potable están directamente en el curso fluvial", recordó Vallejos.

Debido a lo anterior, insistió en que "cualquier mal manejo que pudiera afectar las bocatomas pone en riesgo el abastecimiento de la población. El manejo del cauce tiene que ser profesional y adecuado a todos los usos que se hacen aguas abajo".




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