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SAG pone el foco en la bioseguridad para prevenir la influenza aviar

por Jorge Guzmán Buchón

Durante la temporada pasada el SAG llegó a la conclusión de que se debían cambiar infraestructuras para mantener el aislamiento de las aves productivas de las de corral.

La bioseguridad abarca el aislamiento de las aves productivas de las silvestres, junto con el cuidado de los trabajadores del sector de tomar las medidas necesarias para no traspasar el virus. / Diario La Tribuna

El director regional del Servicio Agrícola y Ganadero en la región del Biobío, Roberto Ferrada, dijo que, considerando los procesos migratorios  de aves que ya han comenzado a llegar al territorio nacional, ya tienen brigadas trabajando en la región, con un total de 46.000 aves de traspatio catastradas y caracterizando a las aves silvestres para prevenir contagios desde estas. A lo anterior sumó que la campaña actual se centra en contar con medidas y protocolos de bioseguridad en los planteles para evitar la diseminación del virus.

La idea es hacer frente a una enfermedad a través de una campaña centrada en medidas y protocolos de bioseguridad en los planteles avícolas para evitar la diseminación del virus, que causa una enfermedad grave en las aves que puede propagarse rápidamente, produciendo altas tasas de mortalidad.

Durante este 2023, en la región se confirmaron cuatro traspatios afectados, tres planteles industriales de postura y cuatro zonas costeras bajo control sanitario, ubicadas en la provincia de Concepción y en la provincia de Biobío, con un total de cuatro especies afectadas: pelícano, gaviotas dominicanas, gallinas y pavos.

Según el titular del SAG, "el virus de la gripe aviar sigue circulando a nivel global. Lo anterior afecta no solo a aves de producción industrial de carne o de huevo, sino que también a aves de traspatio".

Aunque ya se iniciaron los procesos de migratorias de aves que trasladan desde el hemisferio norte hasta esta parte del continente, "La Organización Mundial de la Salud declaró en su portal que la temporada debiera ser más tranquila que la anterior".

CATASTRO DE AVES DOMÉSTICAS

Ferrada indicó que a pesar de esa perspectiva más positiva, "tenemos que atender nuestro rol y las solicitudes de los usuarios cuando hacen una denuncia por muerte de aves. Hoy el SAG tiene 11 brigadas trabajando en la región".

En ese marco, precisó que en la provincia del Biobío hay alrededor de un millón de aves de postura mientras que las de traspatio están siendo catastradas: "Ya llevamos alrededor de 4.500 traspatios catastrados, más de 46.000 aves de manejo doméstico catastradas. Solicitamos que le abran las puertas a nuestros funcionarios identificados para realizarlos".

En ese mismo marco, indicó que "estamos caracterizando también a las aves silvestres en los cuerpos de agua cercanos a los planteles industriales, porque son las que portan el virus que infectan a las aves al ponerse en contacto con ellas".

En relación a las pérdidas industriales, el titular del SAG detalló que en Biobío "de los 15 planteles registrados tuvimos tres planteles afectados, básicamente en la comuna de Florida. A través de la iniciativa de uno de esos planteles, ya tienen 50.000 pollitas en proceso de crecimiento para entrar en producción en 20 semanas".

BIOSEGURIDAD PARA EVITAR CONTAGIOS

Roberto Ferrada destacó que en el caso de dichos planteles, la reconstrucción se planteó "con un manejo de bioseguridad distinto. Se comprendió que hay que cambiar algunas infraestructuras para mantener el aislamiento de las aves productivas de las aves silvestres".

Dentro de la dimensión más doméstica, aseguró que hubo "20 traspatios afectados en la región del Biobío, con cerca de 600 aves domésticas que tuvieron que ser sacrificadas. En ese minuto existió un seguro que puso a disposición el gremio de la carne. El seguro tenía una cuota, que se cumplió y permitió indemnizar a algunos planteles".

El directivo del SAG recalcó que la idea fuerza de la temporada pasada fue ‘no manipule, no toque y reporte’, mientras que ahora se pone el acento en la bioseguridad, concepto que "no solo se refiere a dotar de mejor infraestructura que evite el contacto entre aves productivas y silvestres, sino que además, ingresar al gallinero cambiándose de zapatos para no traspasar el virus".

En ese contexto, precisó que "apoyamos a través de la Seremi de Agricultura para levantar propuestas con FOSIS, Sercotec, INDAP y los municipios, para dotar de buenos gallineros y que se entienda el concepto de la bioseguridad", finalizó Ferrada.

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