El director regional del Servicio Agrícola y Ganadero de Biobío, Roberto Ferrada Ferrada, explicó que el órgano público es el encargado de fiscalizar la trazabilidad animal, desde la inscripción del animal por parte de un ganadero hasta que la carne beneficiada de él llega a las carnicerías donde es vendida. Considerando la temporada de fiestas de fin de año y el aumento en el consumo del alimento, con el consiguiente incremento en el precio, llamó a comprarlo en el comercio establecido, para asegurar su seguridad sanitaria para consumo y evitar contraer enfermedades.
El vocero del organismo estatal indicó que "el abigeato es un delito que compete a Carabineros, la Policía de Investigaciones y la Fiscalía. Nuestro rol tiene que ver con la trazabilidad animal". "La trazabilidad animal comienza cuando un productor ganadero se registra ante el SAG, a través del Registro Único Pecuario", detalló. Ferrada agregó que "el ganadero tiene que actualizar su existencia animal, indicando cuánto ganado tiene".
SISTEMA EN CONTRA DEL ROBO DE ANIMALES
"En el caso de los bovinos, cuentan con un Dispositivo de Identificación Individual Oficial (DIIO), que es único e intransferible", explicó. Ferrada Ferrada dijo que "de esa forma, cuando las policías constatan un hecho de abigeato por una denuncia de algún ganadero, podemos cooperar con la investigación". Sobre la coordinación con Carabineros, el director del SAG en la región destacó "una actividad habitual que hacemos día a día, en las ferias de animales. Nuestros funcionarios fiscalizan permanentemente en las ferias, en conjunto con Carabineros, todo animal que se comercializa en la feria".
Roberto Ferrada Ferrada contó que en el proceso "de partida, le solicitamos al transportista el Formulario de Movimiento Animal, documento donde viene identificado cada uno de los animales que carga el medio de transporte". "Adicionalmente se fiscaliza al transportista, cuyo medio de transporte tiene que estar registrado y él debe contar con una autorización para transportar animales", detalló el encargado del Servicio Agrícola y Ganadero. El mismo continuó diciendo que "luego de aquello, los dispositivos de los animales son leídos cuando entran a la manga, para correlacionar el papel con la realidad".
FISCALIZACIÓN VA DESDE EL MATADERO AL COMERCIO
El director del servicio precisó que dicho procedimiento se realiza "también en los mataderos, donde nuestros funcionarios dan la aptitud de consumo a estos animales, fiscalizando la trazabilidad y dando de baja los DIIOS de los animales sacrificados en los centros de faenamiento". "Desde ahí se levantan a veces algunas alertas cuando algún animal que debiera traer un DIIO no lo trae, que lleva a un acta de denuncia y citación, que generalmente tiene una multa económica al infractor", ejemplificó.
Ferrada Ferrada contó que a su vez "se controla el transporte de las carnes, que debe cumplir con la normativa del Servicio de Impuestos Internos, la inocuidad y la cadena de frío que corresponda". "Permanentemente fiscalizamos carnicerías y supermercados, instancias donde constatamos que la trazabilidad se continúe, que la tipificación e información al usuario sea la que la ley de la carne señala", agregó. En relación a los riesgos de comprar el alimento fuera del mercado establecido el director regional del SAG emitió una alerta.
LLAMAN A COMPRAR EN EL COMERCIO ESTABLECIDO
"Nosotros como Servicio Agrícola y Ganadero siempre instamos a la población a adquirir sus alimentos en lugares establecidos, sobre todo cuando hablamos de carnes", llamó Roberto Ferrada Ferrada. El encargado en Biobío del órgano estatal informó que en su participación en los centros de faenamiento "estamos constatando y negando la aptitud de consumo a animales que tienen enfermedades. En estos lugares examinamos los órganos de los animales y sus carnes para que no porte enfermedades que podrían traspasarse a los seres humanos".
El vocero del Servicio Agrícola y Ganadero indicó que "una carne que ha sido sacrificada al margen de este procedimiento no da cuenta de esto". "Se podría estar comprando una carne que porta algún microorganismo o alguna enfermedad que se desconoce, pasando de esa forma al ser humano", alertó. Ferrada Ferrada reconoció que "a veces los recursos son escasos, pero es preferible gastar un 30% más en una carne que conocemos y con una boleta que da derechos del consumidor, ante otrasin todo lo anterior". "Lo más probable es que una enfermedad cueste bastante más que el 30% de ahorro", cerró.