El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, abogó por una política de regularización migratoria en el país que permita formalizar las condiciones laborales de los ciudadanos extranjeros, tomando en cuenta su rol clave durante las temporadas de cosecha.
De hecho, el directivo apuntó que hasta un 40% de los trabajadores en las labores agrícolas de temporada provienen de otros países, razón por la cual están pidiendo aumentar o eliminar el actual tope de contratación de ciudadanos extranjeros.
"Vemos que Chile necesita una regularización migratoria. El descontrol con que han ingresado extranjeros al país, ha influido, entre otros factores, en el aumento de inseguridad en el país. Hoy vemos una forma de delinquir que es importada", comentó Antonio Walker.
En ese marco, sostuvo que los delitos cometidos por ciudadanos extranjeros "nos está haciendo vivir con miedo en una sociedad cada vez más violenta" mientras que, a nivel laboral, "la presencia de inmigrantes ilegales está generando informalidad".
"Lo anterior afecta negativamente tanto a las condiciones de trabajo de ellos mismos, así como a las buenas prácticas laborales exigidas por los mercados internacionales", planteó el timonel de la SNA en conversación con diario La Tribuna.
BIENVENIDOS EXTRANJEROS
En ese marco, recordó que en conversaciones con los encargados de estos temas a nivel de Gobierno "les hemos explicado que la agricultura en Chile depende significativamente de los inmigrantes, quienes constituyen hasta el 40% de la mano de obra del sector".
De hecho, resaltó que los extranjeros "hacen un trabajo clave, sobre todo en tiempos de cosechas", razón por la cual, acotó, "como gremio hemos planteado, incluso, la necesidad de flexibilizar el tope de contratación de extranjeros para fomentar la formalidad del sector".
En ese plano, expuso que la cuota de contratación de mano de obra migrante en empresas de distintos sectores tiene el límite actual del 15% lo que, a su juicio, "no se adapta a la realidad multicultural de Chile".
Por lo mismo, abogó por discutir un aumento o incluso eliminar el tope de mano de obra foránea: "La inmigración debe ir de la mano con la documentación adecuada, especialmente visas de trabajo, para evitar la informalidad y garantizar un entorno laboral justo y seguro para todos".
El dirigente, en declaraciones a radio Agricultura, apuntó a que "la agricultura emplea, entre trabajos directos e indirectos, más de un millón de personas. Y nosotros hemos dicho desde la SNA: ‘¡Bienvenidos los inmigrantes!’".
En relación a la importancia de esos trabajadores para el sector agrícola, Antonio Walker hizo ver que sin los inmigrantes de Bolivia, Perú, Colombia o Venezuela, "no hubiéramos podido realizar las tres últimas cosechas".