El presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), Víctor Catán Dabike, anticipó una temporada de cosecha prometedora debido a las excelentes condiciones climáticas que favorecieron la producción a nivel nacional.
Como resultado, recomendó preparar adecuadamente los huertos y optimizar la logística, destacando la importancia de contar con más personal para estas labores, incluidos los trabajadores migrantes que participan en la temporada de recolección.
Catán explicó que "tuvimos un invierno con buenas precipitaciones, lo que proporcionó a los árboles las horas de frío necesarias, asegurando una oferta de fruta bastante favorable". En algunas especies, señaló, incluso se ha registrado una sobreoferta.
El dirigente sugirió realizar ajustes en la carga de los árboles para evitar una sobreoferta y mantener un equilibrio que permita obtener fruta de calidad. "Es necesario agilizar la cosecha, especialmente en el caso de la cereza, donde el proceso será corto e intenso", puntualizó. Además, advirtió sobre una posible congestión en las plantas de proceso debido al aumento en las hectáreas cultivadas.
Catán destacó que "los manejos adecuados permitirán a los agricultores alcanzar buenos calibres y, por ende, resultados comerciales favorables". No obstante, hizo un llamado a no descuidar la sanidad de los huertos, señalando que las condiciones frescas y lluviosas recientes pueden influir en este aspecto.
PREPARATIVOS EN LOS HUERTOS
El presidente de Fedefruta también enfatizó la importancia de preparar la infraestructura necesaria para la cosecha con antelación, mencionando elementos como acopios, mallas y escaleras. "Toda la logística debe estar lista con anticipación para evitar contratiempos de última hora", indicó.
Respecto a la mano de obra, señaló que "debido a la alta carga frutal prevista, será necesario emplear más personas de lo habitual", lo que requiere una organización logística especial. En este contexto, destacó el aporte de los trabajadores migrantes, quienes juegan un rol clave en la recolección.
Catán subrayó la diferencia entre la "buena migración" y la "mala migración", destacando que los migrantes temporales aportan significativamente a la fruticultura y regresan a sus países tras finalizar sus labores en Chile. "El año pasado, la fruticultura generó ingresos por cuatro mil millones de dólares, lo que es un impulso vital para nuestra economía", resaltó.
Además, mencionó el impacto positivo de estos ingresos en el desarrollo local, con la creación de empleos directos e indirectos, y un efecto sinérgico en el consumo de alimentos y servicios. Sin embargo, lamentó que, pese a la gran oferta laboral en el sector, no todos los trabajadores chilenos la aprovechan, lo que incrementa la necesidad de mano de obra extranjera.