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La Tribuna

Drones y cosechadores automáticos emergen como soluciones para los agricultores

por Jorge Guzmán Buchón

Aunque limitada a ciertos cultivos, la mecanización promete avances en eficiencia y sostenibilidad.

Estas tecnologías se utilizan en diversas labores agrícolas, que normalmente son realizadas por personas, como el manejo autónomo de tractores o la cosecha de frutales. / Tour Innovación

El presidente de Agrotech Chile, Francisco Astaburuaga, analizó el avance de la tecnología robótica en la agricultura nacional y aunque destacó que ofrece soluciones clave, como reducir la compactación del suelo generada por tractores, admitió que su implementación a gran escala aún enfrenta limitaciones.

El directivo advirtió que los desafíos pendientes están en la falta capacidad instalada y en contar con el personal capacitado para su operación.

Astaburuaga explicó que "la robótica aún no está completamente desarrollada, ni siquiera a nivel mundial. Surgió como respuesta al incremento del costo de la mano de obra en el sector frutícola".

Entre sus aplicaciones destacó el manejo autónomo de tractores y los cosechadores automáticos, los cuales presentan retos en frutales delicados.

En cuanto a la mecanización de la cosecha, detalló que "mucha fruta requiere un trabajo más delicado, aunque en ciertos casos la tecnología permite reducir significativamente la mano de obra". Esta aplicación es viable principalmente en frutos secos, olivos y frutales destinados a pulpa o concentrado industrial.

USO DE DRONES: BENEFICIOS Y RIESGOS

Otro aspecto relevante es el uso de drones para la aplicación de productos agroquímicos y el secado de berries tras lluvias. "Los drones son rápidos y permiten trabajar en terrenos complicados o en temporadas lluviosas sin compactar el suelo", afirmó Astaburuaga.

Sin embargo, mencionó limitaciones como el insuficiente volumen de aplicación en algunos frutales y la escasez de operadores capacitados.

Sobre los costos, señaló que "los drones se deprecian rápidamente, las baterías tienen una vida útil de uno o dos años y representan un tercio del costo total del equipo". Además, advirtió que "una caída puede significar la pérdida total del dron", lo que hace imprescindible contar con operadores calificados.

MECANIZACIÓN: UN CAMINO INTERMEDIO

Astaburuaga también se refirió a la mecanización tradicional, destacando que configuraciones adecuadas en los huertos pueden facilitar su implementación sin necesidad de tecnologías robóticas complejas. "Ya existen máquinas capacitadas para trabajar con mayor volumen y de manera autónoma, pero su uso no está plenamente consolidado", afirmó. Agregó que "aún falta capacidad para operar estas máquinas y adaptar los campos a esta modalidad".

DATOS CLAVE:

-La tecnología robótica permite reducir la compactación del suelo y trabajar en condiciones climáticas adversas.

-Drones son ampliamente usados para agroquímicos y secado de berries, pero enfrentan limitaciones de volumen y costos.

-Frutos secos y cultivos industriales son los más beneficiados por la cosecha automatizada.

-Las baterías de drones representan un tercio de su costo y tienen una vida útil de 1 a 2 años.

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