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En marzo próximo culminan los cinco meses que se dio como plazo de investigación en torno a las pericias del caso de María Jesús Troncoso, adolescente de 16 años asesinada hace tres meses mientras estaba en su casa, en Los Ángeles.
En la audiencia de formalización, la jueza de garantía Lía Chepe decretó prisión preventiva al -hasta este momento- único sospechoso por este crimen, un ex carabinero identificado como Jorge Sebastián Ignacio Rebolledo Martínez, imputado por el delito de robo con homicidio.
En 2014, tras descubrirse una serie de asaltos en la ruta a Nacimiento que perpetraba usando el uniforme de carabineros y a rostro descubierto, fue dado de baja por la institución. Un año después fue declarado culpable de los delitos de hurto, robo con violencia y robo con intimidación, obteniendo una condena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo. Sin embargo, en abril de 2017 la Corte de Apelaciones decretó libertad condicional para el imputado y el 22 de marzo de 2019 la pena quedó cumplida, quedando en libertad.
La familia de María Jesús no estaba al tanto de los antecedentes de esta persona, quien en realidad era sobrino de una vecina y que llevaba un par de meses viviendo en el condominio. Al conocer el perfil del "Guatón" -como se lo conocía en el barrio-, Carmen Gloria Muñoz y Camila Troncoso, madre y hermana de la "Jesu", respectivamente, se sienten inseguras al recordar con el tipo de persona que tenían como vecino.
"Tuvimos una entrevista en Chilevisión, donde para nosotras fue súper fuerte estar ahí porque desconocíamos totalmente los antecedentes delictuales de esta persona. Si bien sabíamos que había sido condenado, desconocíamos que existía un patrón de víctima. Por lo tanto, a partir de eso tenemos mucho miedo e inseguridad", señaló Camila.
La hermana mayor de María Jesús alude a un reportaje del programa "Contigo en directo" emitido el 15 de enero, en que se reveló el patrón de conducta en los delitos de Rebolledo, cuyas víctimas eran mujeres.
"Cuando las jóvenes estudiantes de la enseñanza superior hacían dedo, él se acercaba amablemente para llevarlas. Cuando hacía el traslado, sacaba un arma de fuego o arma blanca y le retiraba sus pertenencias", señaló Edgardo Andrade, suboficial mayor (r) de Carabineros y quien estuvo a cargo de la investigación y detuvo al imputado en 2014.
"Cuando entramos a su habitación en la tenencia, tenía bastantes prendas interiores de mujeres, dentro de esas estaban las especies de las jóvenes víctimas de este sujeto", agregó.
Esta declaración del suboficial mayor (r) llenó de temor a Carmen Gloria y Camila, llevándolas a levantar suspicacias respecto a los verdaderos motivos del presunto autor del crimen.
"El miedo es porque nosotras dudamos si la motivación de esa persona realmente fue el robo o fue ese patrón que él presentaba. Nos damos cuenta y nos confirma cada vez más que vivíamos al lado de un sicópata y no teníamos la menor idea. Estábamos en constante riesgo y vulneración", manifestó Camila.
Camila -que estudia Terapia Ocupacional en la Universidad de La Frontera de Temuco- no se quedó ahí y deslizó la posibilidad de que esta persona habría cometido el acto de manera premeditada.
"Nos hace dudar completamente de lo ocurrido, porque él sabía que de todo el condominio la única casa en que vivían mujeres era la nuestra, sabía que mi hermana hace tres días no estaba yendo al colegio, que mi mamá era una persona que trabajaba de ocho a cinco de la tarde y que yo me encontraba afuera de Los Ángeles estando en Temuco. Nosotros no lo sabíamos (los antecedentes del imputado) hasta el reportaje, nuestra perspectiva cambió totalmente", expresó.
Respecto a este punto, Camila cuestionó la condena que se le dictó a este excarabinero en 2015, teniendo en cuenta el tipo de delitos que cometía.
"Sabemos que él fue condenado, pero qué pasó después. ¿Por qué estaba en libertad si presentaba una actitud tan violenta y peligrosa para la sociedad? ¿Qué pasó con las leyes en ese momento y con la protección a las personas? Entonces nos da mucho miedo e inseguridad porque cuántas personas como él están en libertad", exteriorizó.
En marzo próximo debería realizarse una nueva audiencia para continuar con el proceso judicial del caso. Para esa fecha la familia espera respuestas satisfactorias por parte de la justicia.
"Como familia esperamos a que en marzo tenga (el imputado) la pena máxima aquí en Chile, porque el daño que causó no fue solamente a una familia, sino a toda una comunidad. Esta persona es un peligro para la sociedad, por eso nosotros queremos asegurarnos que sea una pena aflictiva", cerró Camila.
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