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El rector del santuario y párroco de San Sebastián de Yumbel, Padre José Luis Roldán, entregó una actualización respecto a la situación de la cruz del campanario de Rere, la cual pende desde la cima y corre el riesgo de precipitarse.
A principios del mes pasado, se informó desde la parroquia Santuario San Sebastián -perteneciente al Arzobispado de la Santísima Concepción y que administra la iglesia de Rere- que la pieza iba a ser examinada con una pluma grúa y un dron para determinar su estado y un posterior retiro de la misma.
Para llevar a cabo esto último, debe contar con la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) previo a solicitud del propietario del inmueble, ya que la cruz está situada en el Conjunto Jesuita de Rere que es Monumento Histórico Nacional desde 2012 (tres campanas, torre campanario, tumba del padre Juan Pedro Mayoral y ejemplar de palma chilena).
Sin embargo, a más de un mes de aquel último reporte, la cruz sigue en la misma posición y no hay indicios de un futuro trabajo para remover la estructura del lugar.
De acuerdo a lo averiguado por diario La Tribuna, de la inspección de los drones se llegó a la conclusión de que no se podía intervenir, porque se corría el riesgo de provocar el derrumbe de la estructura superior de la torre.
Ante esta situación y tras ser contactado por diario La Tribuna, el Padre José Luis Roldán explicó -en primer lugar- los problemas que presentaría un posible trabajo de retiro de la cruz.
"Como Arzobispado de Concepción somos propietarios de este lugar y podríamos intervenir ante el desgaste que tiene. Pero como este conjunto jesuita es un monumento nacional, no es tan fácil accionar ante el avance del tiempo y el evidentemente debilitamiento de la construcción", señaló.
Debido al delicado trabajo que se necesita ejecutar ante cualquier intervención en la estructura -que tiene una data de 100 años desde el término de su construcción-, el Arzobispado de Concepción tomó la determinación de contratar una empresa especializada en edificaciones antiguas para monitorear la situación.
"La cruz que está sobre el campanario se movió y está por caer, por lo que evidentemente no podemos intervenir ‘a tontas y locas’. Entonces lo que hizo el Arzobispado fue reunirse y asesorarse con su abogado Sergio Bustos y hemos decidido conjuntamente contratar a una empresa que se dedica a la restauración de bienes patrimoniales", reveló Roldán.
Lo primero que realizará esta empresa -que por ejemplo tiene experiencia en la restauración de la Catedral de Concepción- es "hacer una evaluación, no podemos ni siquiera acceder a la torre y no sabemos cuánto nos va a costar en pesos. Pero es el primer puntapié que tenemos que hacer para que esto se reestablezca y que no sea un peligro para los transeúntes", apuntó el párroco.
Para finalizar, el Padre Roldán detalló en breves palabras lo que consistirá el trabajo de la firma externa.
"Esta empresa que tiene todas las condiciones y los profesionales para trabajar en conservación de monumentos y antigüedades, lo que va a hacer es laborar desde un diagnóstico, auxiliado por drones y un sinfín de elementos. Este es un paso previo, porque después hay que ver cómo se repara y cuánto cuesta, además de saber qué detalles va a observar Monumentos Nacionales", cerró.
Según el Padre José Luis Roldán, a la empresa no se le estableció un plazo, por lo que no hay claridad sobre cuándo se realizarán los próximos pasos a seguir una vez culminada la primera revisión.
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