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El pasado sábado 13 de julio su cumplieron dos años de la desaparición de José Luis Rivera, estudiante universitario oriundo de Los Ángeles que estaba muy próximo a culminar la carrera de contador auditor. Dos años de mucho dolor y angustia en sus familiares, especialmente en Rosa Sandoval Gatica, su madre que no ha descansado en su tenaz lucha de encontrar el paradero de su hijo.
Ese 13 de julio de 2022 José Luis abordó un bus en el terminal rural Islajacoop de Los Ángeles, con destino hacia el oriente. El último rastro -aportado por el conductor de la máquina de pasajeros- sería cuando el joven se bajó a la altura del puente Riñico, pasada la localidad de Huépil, ya con rumbo a Yungay.
Desde la fecha se iniciaron los operativos por parte de grupos especializados por instrucción de la Fiscalía local por presunta desgracia, investigación que quedó a cargo de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI). Pero, con el tiempo, estas labores se fueron disipando.
En diciembre del año pasado, el hallazgo de osamentas en las cercanías del sector dio algo de esperanza a Rosa, pero se confirmó después que los restos no correspondían a su hijo. Hasta el día de hoy, entonces, esta madre es la única que está buscando a José Luis, adentrándose en los bosques y cerros de Tucapel con el anhelo de hallar una pista.
El pasado lunes, Rosa Sandoval y compañía llegaron hasta plaza de Armas de Los Ángeles para alzar la voz por el extravío de José Luis, como parte de una protesta de "Familias angelinas unidas por el dolor" que busca visibilizar los casos de personas fallecidas por causas externas, como crímenes y atropellos; así como también de las que están desaparecidas.
Con pancartas y megáfono en mano, Rosa le hablaba a la comunidad angelina para que no se olviden de "Josito", como le decía a su hijo que tenía 33 años al momento de perderse su rastro, indicando que merece seguir siendo buscado.
Al ver a un equipo de prensa de Diario La Tribuna que llegó al lugar para una transmisión en vivo, Rosa se acercó y pidió nuevamente dar a conocer su testimonio.
"Estamos cumpliendo dos años de su desaparición sin tener ninguna pista y sin búsquedas, porque Fiscalía se niega a dar órdenes a PDI para iniciar las búsquedas, las que han sido muy esporádicas. El caso no está cerrado, pero no está siendo buscado", señaló.
Continuando con su relato, Rosa Sandoval aseguró que desde Fiscalía le indicaron que los operativos de búsquedas están cerrados.
"Tuve que suplicar, arrodillarme para que me dieran una audiencia, me atendió el fiscal Jorge Sandoval y me dijo que ya no habrán más búsquedas, porque estamos en invierno y que ya el cuerpo debe quedar muy poquito", afirmó.
Pese a este escenario adverso, Rosa Sandoval dijo que planea viajar a Santiago para hablar con distintos estamentos para que la ayuden a ‘mover los hilos’ para que la búsqueda sea retomada.
"No me voy a quedar así, pretendo llegar a Santiago, al Senado, a la Fiscalía Nacional porque mi hijo no ha sido buscado, no hay una investigación y, a dos años, no tenemos ni una pista. Mi hijo pudo ser atropellado, pudo ser asaltado, ocultado, entonces, yo busco en soledad, porque el hijo mayor mío trabaja en otra ciudad, el papá está enfermo y sola yo lo busco", expresó.
En ese sentido, su objetivo en la capital es "hacer presión en Fiscalía para que se den órdenes de búsqueda, porque mi hijo está en Huépil y en las condiciones que está, yo tengo que recoger mi niño, porque es un hijo y no me puedo quedar humillada en la casa. Tengo que seguir adelante, estoy cansada, pero no rendida. No me rendiré", sostuvo.
Diario La Tribuna se contactó con la Fiscalía regional del Biobío para obtener su versión ante esta situación, indicando que entregará una respuesta una vez que estén en condiciones de comunicarla.
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