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El pasado 6 de mayo, Maricel Castillo se dirigía a Los Ángeles por el camino a San Antonio manejando su vehículo marca Toyota, ya que debía ir al hospital a retirar unos medicamentos para sus hijos. Sin embargo, en una curva y cerca de un puente que cruza un canal, fue embestida por el camión de una escuela de conductores por el lado del piloto, quedando con su auto en pésimas condiciones.
Han pasado dos meses y medio y todavía la empresa en cuestión (Escuela Conductores ICP) no ha respondido al llamado de esta vecina. El auto sigue en el taller y en todo este tiempo Maricel Castillo se ha quedado sin su medio de transporte que utiliza, principalmente, para trasladar a sus hijos a distintas terapias médicas, ya que ambos padecen una enfermedad genética. Sin alternativas, decidió demandar a la compañía.
Ignacia y Vicente Yáñez Castillo, de 16 y 15 años respectivamente, son los hijos de Maricel por los que día a día se moviliza para proveerles de todo lo necesario para brindarles de cariño, cuidado y alimentación. Pero además de eso, esta madre lidia con las enfermedades de sus hijos, por lo que no hay día que no ocupe tiempo para sus niños.
Ignacia está diagnosticada con paraparesia espástica, una enfermedad que va degenerando los músculos, perdiendo los movimientos de piernas y manos, la que la tiene hoy en silla de ruedas. Además, tiene una parálisis cerebral y el síndrome de FAHR, una enfermedad que, de acuerdo a un artículo de la revista científica SciELO, "está caracterizada por calcificaciones bilaterales y simétricas en los núcleos de la base o en otras áreas cerebrales asociadas a trastornos neurológicos". En otras palabras, son "pequeños tumores de calcio en el cerebro", explicó Castillo.
Su hijo menor, por su parte, tiene paraparesia espástica al igual que su hermana, pero a diferencia puede caminar con dificultad. Además, tiene pie equino izquierdo, lo que hace que "su pie se vaya levantando y no permite que baje". Junto con lo anterior, padece de astigmatismo bilateral.
Debido a las enfermedades de sus hijos, Maricel Castillo está constantemente llevándolos a tratamientos desde su casa, ubicada en el sector de Chacayal Sur. Acude con ellos al Cesfam de Quilleco dos veces por semana para recibir atención con kinesiólogo; además, va también al Complejo Asistencial "Dr. Víctor Ríos Ruiz" de Los Ángeles para otros tratamientos y solicitar remedios.
A su vez, tiene sesiones con el centro Teletón Concepción situado en San Pedro de la Paz, que le asigna hora médica para el mismo día a sus dos hijos.
Maricel Castillo cuenta que su vehículo particular lo adquirió estrictamente por una necesidad. Debido a las dificultades para trasladar a sus hijos a las terapias médicas, compró un auto con el fin de que fuera "firme" y "cómodo" para llevar a sus niños a médico.
"El auto para mí fue una necesidad y tuve que hacer mucho esfuerzo para comprármelo. La persona que me lo vendió sabía de mi caso, por lo que me ayudó para que lo pudiera comprar", señaló.
Debido a su realidad familiar, Castillo dijo que "ocupo mi vehículo todos los días, porque vivo en un lugar donde pasa una sola locomoción. Ocho y media y vuelve a las 12 y media desde Los Ángeles".
Su auto no sólo lo ocupa para los traslados a distancias más cortas, sino también cuando necesita llevar a sus hijos para el centro Teletón en San Pedro de la Paz.
Teniendo en cuenta lo descrito en el capítulo anterior de este reportaje, el vehículo particular de Maricel Castillo es de vital importancia para que sus hijos continúen con sus tratamientos.
Por eso el accidente que sufrió en la mañana del lunes 6 de mayo le ha causado muchos perjuicios desde esa fecha en adelante, ya que no ha podido usar su auto, averiado producto del impacto.
De acuerdo al relato de Castillo, iba manejando por el camino San Antonio cuando, tras llegar a una curva y cerca de un pequeño puente, un camión con rampla pasa a su pista. Sin muchas opciones, frenó la marcha, pero de todas formas la máquina chocó la parte delante de su auto.
Las fotos que acompañan esta nota muestran cómo quedó el vehículo. Castillo, con mucha dificultad, logró salir del auto y se acercó al camión para hablar del asunto. Ahí se dio cuenta que la conductora era una joven que estaba practicando para aprender a manejar, ya que estaba rindiendo una clase en la Escuela Conductores ICP.
A Maricel Castillo le llamó la atención que la mujer "nunca frenó", y que el guía que estaba a su lado tampoco ocupó los pedales de copiloto para evitar el impacto. En rigor, este camión no tenía esos implementos, ya que según el abogado de esta vecina, la máquina era prestada, de propiedad de otra persona.
Al lugar llegó el jefe de sucursal de la Escuela Conductores ICP en Los Ángeles, Raúl Sáez Gómez, quien -según Maricel- se comprometió a reparar los daños del vehículo, ya que su fin era evitar un conflicto legal. Aceptado el acuerdo, se llevó el auto en grúa a un taller.
Sin embargo, hasta la fecha, la empresa no ha respondido a los daños, sin pagar los costos de la reparación. La comunicación ha sido difusa por medio de mensajería WhatsApp, con un trato que no le ha gustado a Maricel. Al final, la promesa inicial de ese día está, de momento, incumplida.
Maricel Castillo habla de un total de cuatro millones de pesos el costo por los daños de su vehículo. Esto implica cambios en repuestos, amortiguadores, pintura, arreglo de puertas, la estética, entre otros arreglos.
El presupuesto se lo hicieron en el Taller de Desabolladura y Pintura FERE, en Repuestos Biobío y en Maritano Ebensperger, datos y detalles compartidos por Castillo a La Tribuna.
Pero lo peor de todos es que en estos dos meses y medio, Maricel Castillo no ha podido llevar a sus hijos a todas sus terapias, con lo complejo que significa para las personas con ese tipo de enfermedades no poder asistir a sus sesiones.
"Mis hijos tienen la enfermedad que es como igual a la de Tomás (N de la R. Niño de seis años diagnosticado con distrofia muscular de Duchenne cuya madre, Camila Gómez, caminó por Chile en una campaña para reunir dinero para comprar costoso medicamento) y yo he podido llevarlos (a tratamiento) lo más mínimo", comentó Castillo.
"Cuando he podido pagar o cuando una de mis hermanas ha podido en sus horarios apoyarme, ahí mis niños han ido a terapia. Además, tuve que pagar a alguien para que me los llevara al colegio y en Teletón saben que estoy complicada y por eso no han podido ir", complementó.
Teniendo en cuenta todos estos antecedentes, Maricel Castillo finalmente decidió ejercer una acción judicial contra la Escuela Conductores ICP, la que se presentó hace unas semanas en el Juzgado de Policía Local de Los Ángeles.
"La acción se presentó en el Juzgado de Policía Local respecto de los daños materiales que sufrió el vehículo. Se partió por la denuncia que practicó la señora Maricel en Carabineros, por lo tanto, nosotros estamos confeccionando una querella civil para la reparación de los daños materiales y colaterales que traen como consecuencia este choque", señaló el abogado de la afectada, Mario Benavides.
El jurista informó que la audiencia para este caso se llevará a cabo el miércoles 14 de agosto.
Maricel Castillo ha estado buscando ayudas, a la espera que el arreglo de su auto tenga solución. Ha hablado con asistentes sociales de la Delegación Chacayal y con algunos concejales de la comuna de Los Ángeles.
Al ser un caso particular y judicial, el concejal Alejandro Cano dijo que podía ayudarla con dar a conocer su caso a través de los medios de comunicación.
De todas formas, también existe el beneficio municipal de fondos concursables para personas con enfermedades costosas, que otorgaría dos millones de pesos a los seleccionados. Para aquello, primero, Maricel Castillo tiene que postular, presentando documentos que respalden la situación social y médica de su familia.
A mediados de mayo, Maricel Castillo se contactó con Diario La Tribuna para dar a conocer esta situación. Acogida la denuncia ciudadana, este medio se comunicó con Raúl Sáez para conocer su versión, indicando en esa oportunidad que se estaban realizando las gestiones para solucionar el problema.
Visto que Castillo -tras conversación con su abogado- decidió dar pie atrás a la nota, ya que se estudiaba la posibilidad de demanda y a la espera que la empresa pudiera responder a la brevedad, este medio aceptó el pedido de la vecina y declinó seguir con el reportaje.
Pero, ante un nuevo llamado de esta madre que revelaba que la empresa no se ha hecho cargo de los gastos y que ahora sí había una demanda en curso, el diario se contactó nuevamente con Sáez, pero éste no entregó declaraciones argumentando que había una acción civil vigente.
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