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Vecinos de Quilaco informan que se enfrentan una crisis tras más de 10 días sin suministro eléctrico, lo que ha generado una situación alarmante, especialmente para los adultos mayores que requieren refrigeración para sus medicamentos.
Esta problemática se agrava debido a la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades locales y la empresa eléctrica Frontel.
La ausencia de electricidad no solo está afectando la calidad de vida de los habitantes, sino que también representa un riesgo para la salud de muchos, dado que los insulinos resistentes necesitan mantener sus tratamientos a bajas temperaturas-
.La preocupación entre los residentes crece a medida que la situación se vuelve insostenible.
Los ciudadanos demandan una declaración de estado de catástrofe por parte de la autoridad local, lo que permitiría la movilización de recursos y el apoyo de las Fuerzas Armadas para despejar las franjas donde pasa el tendido eléctrico. Esto facilitaría la labor de los brigadistas de Frontel en la restauración del servicio.
Es crucial que las autoridades y la empresa asuman la responsabilidad de esta crisis y trabajen de manera conjunta para encontrar soluciones rápidas y efectivas. La comunicación constante y clara con la comunidad es esencial para mantener a los habitantes informados sobre los avances y las medidas que se están tomando.
Los residentes de Quilaco están organizándose para elevar su voz y exigir acciones concretas que garanticen su bienestar y seguridad. La unidad y la presión social se presentan como herramientas fundamentales para lograr que se tomen decisiones que beneficien a toda la comunidad.
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