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A lo largo de la historia, las mujeres han trabajado por empoderarse, obtener un empleo digno y lograr equidad de condiciones. Las mujeres de color, inmigrantes, con discapacidad, mayores, madres, sin importar su situación, todas aspiran a una vida digna, con oportunidades laborales y desarrollo personal.
Entre ellas se encuentra la mujer rural, que se esfuerza diariamente frente a diversas adversidades, como la carga familiar y las exigencias del trabajo en el campo, buscando siempre oportunidades y equidad tanto laboral como social.
Así lo expresó Janina Burgos Maripil, una joven reconocida por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) en el Día Internacional de la Mujer Rural, por el importante rol que desempeña en el ámbito social y comunitario.
Con 33 años, Janina se ha consolidado como una figura clave en la comunidad Pehuen Mapu, ubicada en la comuna de Santa Bárbara. Desde su fundación en 2009, ha liderado la comunidad durante dos periodos consecutivos, sumando cuatro años como dirigenta.
Originaria del sector de Cauñicú, en la comuna de Alto Biobío, Janina ha dedicado su tiempo y esfuerzo a promover el desarrollo y bienestar de su comunidad, convirtiéndose en un referente local en la lucha por los derechos y necesidades de los habitantes de Pehuen Mapu. Su compromiso y liderazgo son ejemplo de la importancia de la participación activa en la gestión comunitaria.
Janina Burgos Maripil es una mujer rural destacada como productora de hortalizas, tanto en invernadero como al aire libre. En su esfuerzo por fortalecer la agricultura local, ha impulsado y obtenido importantes proyectos para su comunidad.
Entre ellos se encuentra el revestimiento de un canal de riego, en cuya construcción participó directamente, mejorando la infraestructura que beneficia a los agricultores de la zona.
Además, consiguió financiamiento a través de un proyecto de Conadi para adquirir maquinaria agrícola, incluyendo un tractor con implementos. Este avance no solo optimiza los procesos de cultivo, sino que también representa un paso importante hacia la modernización del sector agrícola local.
Como dirigente, Janina se ha destacado por su trabajo constante en beneficio de su comunidad, compuesta por 13 mujeres y 7 hombres. Su liderazgo la ha convertido en una voz influyente en reuniones con autoridades comunales y regionales, siempre buscando proyectos en beneficio de sus vecinos.
Con esa visión del progreso local, defiende los derechos de las mujeres, que a menudo son vulnerados. Su liderazgo ha motivado a otras mujeres de su comunidad a postularse de manera independiente a diversos proyectos, permitiéndoles descubrir y potenciar sus capacidades.
Además, Janina subraya la importancia de la tecnología y anima a las mujeres a usar redes sociales para conectar con el mundo y dar a conocer sus iniciativas.
Janina ha trabajado intensamente para destacar las cualidades de las mujeres de su comunidad, organizando charlas motivacionales en su hogar para fomentar su empoderamiento. En estos encuentros, les recalca el valor económico de su trabajo artesanal y agrícola, motivándolas a reconocer la importancia de sus habilidades.
Esta labor no solo promueve la autoestima entre las participantes, sino que también les brinda herramientas para valorar y comercializar su trabajo, contribuyendo a su independencia y desarrollo personal.
Janina llamó a mujeres y jóvenes a considerar las oportunidades laborales del campo, subrayando que sí es posible vivir de ello. Su preocupación radica en que, según su experiencia, los jóvenes están abandonando la agricultura, lo que podría afectar gravemente a las comunidades rurales en el futuro.
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