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Úrsula, de 42 años de edad, viajaba en automóvil desde su natal Concepción hasta Santa Bárbara para participar en una fiesta religiosa en el marco del Día de la Inmaculada Concepción. Pero, a la altura del kilómetro 20 de la Ruta Q-61R, sector del puente Calderones, por causas que se investigan, impactó de frente con otra máquina, perdiendo la vida en el lugar, mientras que su acompañante resultó con lesiones graves.
Producto de este hecho, fue formalizada la mujer que conducía el otro vehículo, a quien se le imputaron cargos por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte, lesiones leves y daños. Se le dictó la medida cautelar de arresto domiciliario total y se fijó un plazo de nueve meses de investigación.
En entrevista con Diario La Tribuna, Franco González -hermano de Úrsula- indicó cuáles son los pasos a seguir que está tomando la familia en búsqueda de justicia, ante un proceso judicial de largo aliento.
En primer lugar, González sostuvo que "estamos buscando a través de los contactos toda información que nos sea útil y asesorándonos con abogados. La idea es reunir todos los medios posibles, poner en movimiento todas las aristas legales y lo que esté a nuestra alcance para que mi hermana tenga justicia. Lo que le pasó no se lo merecía por ningún motivo".
Por lo mismo, Franco González indicó que lo que busca la familia es que la imputada tenga una sanción acorde al delito que se cometió, en este caso de cárcel bajo la Ley Emilia.
("Buscamos) que se le aplique lo que pide la Ley Emilia, que al final ella llegara a tener cárcel", manifestó. "No buscamos indemnización económica o que a ella le pasa algo malo, simplemente buscamos lo que es la ley", complementó.
Otro tema que no dejó pasar el hermano de Úrsula fue la resolución judicial del Juzgado de Letras y Garantía de Santa Bárbara de dejar a la imputada con arresto domiciliario total. A juicio de Franco, la acción más concreta hubiese sido la de prisión preventiva.
La Ley Emilia es una normativa chilena que entró en vigor el 16 de septiembre de 2014 y que modifica la normativa de tránsito al establecer sanciones más duras para los conductores que manejan en estado de ebriedad y provocan un accidente, ya sea con lesiones graves, gravísimas o la muerte.
La Ley Emilia aplica penas de cárcel en caso de lesiones gravísimas y muerte para conductores que ocasionen accidentes en estado de ebriedad, es decir, desde 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre.
Si el accidente termina con víctimas fatales, las condenas van desde los tres años y un día a los diez años si no hay agravantes; y desde cinco años y un día a diez años en caso de agravantes.
En caso de lesiones gravísimas o la muerte de otra persona bajo la influencia del alcohol (entre 0,3 y 0,8 gramos), se penará al conductor -según indica la Ley Tolerancia Cero- con reclusión menor en grado máximo (de tres años y un día, a cinco años).
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