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Poetisa angelina Yeny Díaz fue una de las premiadas por el Ministerio de las Culturas

por María Paz Rivera Arévalo

Con su obra "Quejido, Canto y Arrullo", la autora obtuvo el segundo lugar en el certamen nacional. Desde los nueve años que la poesía le enseñó a disfrutar del lenguaje y las infinitas posibilidades de expresar el vivir.

Yeny Díaz Wentén / La Tribuna

La escritora y poetisa Yeny Díaz Wentén ha hecho historia en el ámbito literario provincial al obtener el segundo lugar en la categoría de poesía de los prestigiosos Premios Literarios, otorgados por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Este logro convierte a Díaz en la primera artista de Los Ángeles en recibir este reconocimiento nacional, consolidando así su lugar en el escenario cultural chileno. La autora subrayó el papel fundamental que desempeñó la biblioteca pública en su éxito, pues desde niña le permitió acceder gratuitamente al mundo literario.

"Este premio es muy significativo para mí, ya que me permite recordar cómo logré avanzar viniendo de una familia muy humilde, donde no se gastaba dinero en libros. Hoy yo puedo comprarle un libro o un cuaderno a mi hija, pero en mi infancia teníamos necesidades tan básicas que jamás habríamos tenido una biblioteca como la que tengo ahora. Pero sí contaba con la biblioteca pública", relató.

Con visible emoción, Díaz compartió su experiencia con Diario La Tribuna, recordando el momento en que recibió la noticia. "Me llamaron para decirme que había sido premiada, y yo pensé que era una broma", expresó entre risas. "Para mí es como haber ganado el primer lugar, porque además del premio, es un reconocimiento de mis pares".

EXPRESIÓN PROFUNDA

La poeta encontró en la poesía una forma de expresión profunda desde sus inicios a los nueve años, inspirada por obras de Mistral, Neruda y Parra.

"Fue un descubrimiento del mundo y de que el lenguaje no tiene por qué ser imperativo. Como sostiene Cristian Espinoza, académico de la Universidad de Concepción, el lenguaje suele ser imperativo, pero descubrí que la poesía no te ordena, sino que te hace disfrutar del lenguaje", explicó.

Su carrera ha sido marcada por su habilidad para combinar lo íntimo y lo social, un rasgo que atribuye a su temprana experiencia en la biblioteca pública. A los nueve años, encontró en aquellos libros un lugar para situarse en el mundo y desarrollar sus sentidos a través del lenguaje.

OBRA QUE LA LLEVÓ AL RECONOCIMIENTO

La obra que le valió el segundo lugar, titulada *Quejido, canto y arrullo*, se gestó en tiempos de grandes cambios y con una atmósfera de incertidumbre. "Empecé a escribirlo durante el estallido social, con todo lo que eso conlleva: la gente afectada, el no saber qué pasaba, y luego la pandemia, que nos enfrentó a nosotros mismos. Es un libro en el que me exploro como madre, como mujer, y en el contexto de estos años de reflexión", sostuvo.

Díaz agradece especialmente el apoyo de su esposo Patricio, quien tuvo un papel clave en la edición y organización del libro.

"Él es mi compañero y un gran lector. En un momento en que yo estaba agotada, él me ayudó a articular y ordenar el contenido. Había sufrido, reflexionado y vivido cada emoción plasmada en el libro, pero el texto estaba desarticulado y era como si una parte de mí se expusiera", contó.

INSPIRACIÓN PARA LOS JÓVENES

Con este reconocimiento, Yeny Díaz continúa abriendo caminos para la literatura angelina y espera inspirar a otros jóvenes que, como ella, buscan en la escritura una voz y un propósito. "Lo primero es encontrar un lugar donde uno se sienta acogido. Desde ahí, bajar las ideas al papel. Ninguna idea vale menos que otra. Yo voy juntando ideas, y un día surge un libro. Es eso, encontrar un lugar como la biblioteca pública, leer, trabajar con disciplina, corregir y borrar. El trabajo de un escritor es, sobre todo, corregir", concluyó.

¿QUIÉN ES YENY DÍAZ WENTÉN?

Angelina y profesora de educación básica, Yeny Díaz Wenten comenzó su carrera literaria a los 16 años. Su primer libro, *Exhumaciones*, fue publicado en 2010 por la editorial *El Camino del Ciego*, fundada por el pintor angelino Cristian Fuica. Cuatro años después, publicó *Animitas* y, entre 2018 y 2019, lanzó *La hija de la lavandera*. Actualmente, trabaja junto a la poeta Roxana Miranda Rupailaf en un proyecto de poesía cantada y colabora con un fotógrafo en un libro sobre el Biobío.

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