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Felipe Olivares: "En Chile se debe profesionalizar el tenis de mesa"

por Norman Matus Matus

Su primera pasión fue el fútbol, pero luego gracias a la motivación de técnico, ya desaparecido, Jesús Rodríguez lo hizo acercarse al tenis de mesa.

Felipe Olivares en competencia con la camiseta de su club en la República Checa / La Tribuna

El tenis de mesa es, para Felipe Olivares, su forma de vida y esa pertenencia lo ha llevado a ser uno de los pocos latinos que juega profesionalmente en Europa.

El angelino en diálogo con Tribuna Deportiva, confesó sus desafíos y proyecciones en este deporte, como así también sus deseos para que el tenis de mesa alcance finalmente el profesionalismo en Chie.

"Contento estoy de estar de vuelta, tras estar casi un año en Europa. Vengo de jugar el selectivo nacional con miras al Panamericano que se realizará en Cuba, en septiembre próximo, logrando mi clasificación", fueron sus primeras palabras.

Recordó que el año anterior no estuvo a la altura, pues una lesión en su hombro izquierdo lo tuvo alejado del circuito.

"Lamentablemente el año pasado no pude asistir a los selectivos pues estaba lesionado, una lesión en mi hombro izquierdo, ya desde enero comencé a retomar mi trabajo físico y ponerme en condiciones para volver a mi nivel".

DE LOS ANGELES A EUROPA

Antes de continuar con su relato, recordó sus inicios y de cómo ha logrado sustentarse en el tiempo en una competencia profesional en la República Checa.

"Me fui a Europa a los 17 años, gracias a una oferta que nos llegó desde Alemania, donde requerían tenimesistas sudamericanos con proyección, fuimos escogido dos, uno de es de Colombia y yo, en ese momento era el número uno de la serie sub18", añadió.

Subrayó que primero aceptó la oferta y luego le comunicó a su familia. Luego vendría lo más difícil, contarles a sus padres que se marcharía a Alemania.

Explicó que ya en Europa y sin hablar nada de inglés, enfrentó su primer desafío que no era necesariamente el oponente en una partida de tenis de mesa, sino la cultura de un país diferente. "Sin hablar nada de inglés me fui. Al llegar aprendí casi solo, comunicándome con la gente, primero con monosílabos y luego aprendiendo lo básico del idioma. Después tomé un curso intensivo de dos meses, y ahora estoy aprendiendo checo. Sé algunas frases, lo básico, pues es mucho más complicado, pero sabiendo inglés igual te puedes arreglar", dijo entre risas, el deportista angelino.

ALEMANIA SU PRIMERA ESTACIÓN

En Alemania estuvo alrededor de seis años, entrenando y jugando por el Mainz 05. "El primer año fue para probar, de hecho solo iba por tres meses pero como allá existe una liga profesional, me gané el derecho a continuar y me quedé, me renovaron el contrato".

En Alemania comenzó a forjar su proyección, sustentándola en su dedicación en las intensas horas de entrenamiento, ganándose un hombre en el tenis de mesa teutón.

REPÚBLICA CHECA SU SIGUIENTE PASAJE

"Fue un golpe de suerte", dice Olivares,  "Alemania no me gustaba como país, pero yo estaba solo enfocado en mi carrera deportiva tratando de alcanzar el exigente nivel que se requiere para estar vigente. Un día llegó un compañero y él me invitó un fin de semana a República Checa y sencillamente me encantó".

Primero fue una estadía de una semana, luego fueron dos y luego tres y aunque no conocían a Felipe Olivares, comenzó paulatinamente a ganarse un hombre en el mundo del tenis de mesa en la República Checa, siendo incorporado al club la Primera División TJ Sokol PP Hradec Králové. "En Alemania ya era de los mejores en mi club y decidí que tenía que seguir mejorando. Acá ahora tengo amigos, así que estoy tranquilo con mi decisión, manifestó el tenimesista angelino".

Uno de sus logros importantes desde que está en Europa es el haber obtenido en el 2012, el Butterfly Baltic Cup, torneo válido por el circuito europeo que se disputó en Estonia.

"CHILE DEBE DAR EL SALTO Y PROFESIONALIZAR EL TENIS DE MESA".

Una de las diferencias abismantes entre Europa, específicamente Alemania y la República Checa, es que los deportes son profesionales y el tenis de mesa no es la excepción. Ante ello Olivares, no ocultó que uno de sus grandes deseos es que Chile pueda profesionalizar este deporte. "Yo sé que es una cuestión de cultura deportiva, siento que existen las herramientas como para profesionalizar el tenis de mesa, como así también otras disciplinas deportivas, pero debe el Estado y en la empresa privada dar ese importante paso", sostuvo.

Finalmente hizo un llamado para que, en el plano local, se pueda unificar el tenis de mesa. "Es necesario aunarse para fortalecer y potenciarlo. Lamentablemente existen diferencias y no debiera ser así, las envidias o peleas deben terminar   para potenciar el tenis de mesa en Los Ángeles".

CON LA VISTA PUESTO EN LOS JUEGOS PANAMERICANOS

Felipe Olivares no descarta lograr otro de sus objetivos y es alcanzar el puntaje necesario para estar presente en los Juegos Panamericanos, es que con diez años representando a Chile quiere también estar en Santiago 2023. "Existe posibilidad de llegar a los Juegos Panamericanos va a depender de mi rendimiento, estuve parado cinco a seis meses, por lo que debo recuperar terreno".

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