Comunidad LGBTIQA+ pide permiso para pintar bandera del arcoíris en una calle de Los Ángeles

En la sesión del Concejo Municipal de Los Ángeles de este martes se dará lectura a la carta de la Fundación Vanguardista Divergente (Fuvadi), en la que solicita un permiso especial para pintar la bandera del arcoíris, símbolo internacional de la colectividad LGBTIQA+. La idea es realizar esa intervención el próximo 28 de junio en una de las calles o espacios públicos del área céntrica de la capital provincial.

La misiva fue ingresada en la oficina de partes de la corporación edilicia por Vladimir Urrutia, representante y co-fundador de la organización que realizó la petición que fue dirigida al alcalde Esteban Krause y a los 10 concejales.

Urrutia precisó que "el 28 de junio es una fecha conmemorativa a nivel mundial, para celebrar el Día Internacional del Orgullo LGBTIQA+ que corresponde a un hito importante que catapultó la visibilización de los problemas de nuestra comunidad".

Por eso, la solicitud formal "es una acción que pretende empatizar con las cientos de personas miembros de nuestra comunidad tanto visibles como no visibles, ante los actos homo/lesbo/transfóbicos a los que son expuestos día a día".

Además, con esa intervención en un espacio público se pretende "invitar a la sociedad angelina para conversar respecto de la existencia de la comunidad sexoafectiva existente de manera transversal en todo ámbito en nuestra ciudad".

La solicitud es un permiso especial para pintar la bandera del arcoíris se haría sin modificar la señalética vial, por lo cual incluso se adjuntaron algunas propuestas dentro del radio céntrico de la capital provincial.

"Los trabajos de pintura se realizarán por un grupo de voluntarios de nuestra fundación y se harán desde las 01:00 am del día 28 hasta las 07:00 am para tener un acto  público inaugural el día 28 de Junio a las 9 de la mañana", señaló Urrutia.

En el caso de ser aceptada la petición, "desde ya está invitado nuestro concejo municipal, aliados importantes para la no violencia de nuestra comunidad y otras autoridades locales, provinciales y regionales de relevancia".

Origen de la conmemoración

Según Fudavi, en la década de 1960, en Estados Unidos era delito que dos personas del mismo sexo mantuvieran cualquier tipo de relación. Las penas podían ser desde amonestaciones simples, hasta 2 o 5 años de presidio efectivo en lo judicial.

En el ambiente social de la época, "miles de personas LGBTIQA+ eran humilladas, obligadas a exponer su orientación sexual, golpeadas, asesinadas y con juicios sin resolver o penas menores (aún persisten algunos países con leyes que sancionan fuertemente el colectivo). En general, se consideraba personas con patologías psiquiátricas, por lo que, la colectividad se enfrentaba diariamente a redadas policiales con fuerza desmedida y violenta".

El punto de inflexión ocurrió en las afueras de un bar de Nueva York cuando "un grupo de personas LGBTIQA+ fue amedrentada por la policía local de manera violenta y la respuesta a dicha represión de parte de los afectados fue por primera vez hacer frente, respondiendo de la misma manera. Eso dio paso a que Marsha Johnson y Sylvia Rivera, lideresas transexuales espontáneas del enfrentamiento, tomaran la decisión de decir basta. Tras años de hostigamiento y persecución a contar de esos hechos, comenzaron a nacer diferentes organizaciones no gubernamentales a nivel mundial que permitieron establecer las bases para una sociedad más equilibrada y empática, sin perjuicio de que aún la lucha diaria contra la discriminación se mantiene en todos los ámbitos del acontecer político/social".

En nuestro país la discriminación homofóbica tiene registros desde 1880. En la pampa chilena fueron detenidos, torturados y humillados públicamente por encontrar a dos hombres acostados en una calichera, hoy en día es de público conocimiento que los hechos discriminatorios hacia la comunidad LGBTIQA+ pueden ser denunciados gracias a la Ley Zamudio, nacida luego de la brutal golpiza con resultado de muerte a un miembro del colectivo.