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Con el objetivo de recibir aportes para apoyar a las comunidades afectadas por el nuevo sistema frontal que azotó a gran parte de la región del Biobío, así como en toda la zona centro sur del país, se han organizado diversas campañas solidarias para ir en ayuda de los damnificados.
Una parte importante del trabajo realizado se ha dado de partes de las autoridades e instituciones, así como también un gran número de voluntarios que se han sumado a las labores de ayuda.
En ese sentido, el padre Gustavo Valencia, director Pastoral Social de la Diócesis Santa María de Los Ángeles, relató que ya han hecho un recorrido por las zonas de mayor afectación, levantando información sobre las ayudas que se esperan en los próximos días.
"Fuimos al sector de La Suerte donde estaban evacuando, aunque no todas las personas querían salir, pero sí nos encontramos con dos familias estaban en el colegio de Santa Fe. Pudimos llevarles almohadas y frazadas que llegado de la municipalidad, pero aún faltaban cosas, como útiles de aseo. Los alimentos no se necesitan porque los proporciona la Junaeb", precisó.
En Quilaco, añadió, "llevamos alimento a 11 personas, que cuando estuvimos subieron a 16. Había cinco adultos mayores, entre ellos una señora en silla de ruedas y cuatro niños que habían sido sacados de la ribera del río Biobío. Llevamos bastantes alimentos, que es lo que necesitaban, ya que esta era la segunda vez que evacuaban, igual que la vez pasada por el caudal del río".
En cuanto a la necesidad de ayuda, llamó a que "la gente vaya a los albergues, porque ahí están las personas con necesidades, pero que no lleve ropa, en este momento no es necesario. Lo mejor es alimento, incluso, comida preparada para que la gente pueda pasar estos días, debido a que no todos los albergues tienen cocinas. También se requieren útiles de aseo, aunque hasta el momento no hay necesidad de pañales para niños y adultos".
El padre Gustavo Valencia agregó que la mayor necesidad es que los voluntarios se presenten pasado algunos días desde el peak de la emergencia, ya que será necesario empezar el proceso de reconstrucción y limpieza de las zonas afectadas. "La vez pasada necesitamos harta gente, pero luego de unos días la gente ya no viene. Así que se pide que los voluntarios tengan un poco de tiempo para ir a sacar el barro de las casas por ejemplo, especialmente donde hay adultos mayores. Por eso el llamado es que las personas se puedan acercar estos sectores".
CARITAS CHILE
Por su parte, la corporación de beneficencia Caritas Chile lanzó la campaña "Juntos en solidaridad con damnificados por emergencia climática" para recibir aportes en dinero en apoyo de las comunidades afectadas por el este sistema frontal.
La idea es entregar respuesta humanitaria inmediata a través de la entrega de ropa, frazadas, alimentos, agua, calefacción, así como en procesos de acompañamiento y recuperación de viviendas y medios de vida.
La cuenta corriente del Banco de Chile 117-01 está habilitada para recibir los aportes de personas de todas partes del país que se quieran hacer parte del proceso de ayuda a los sectores que lo necesiten.
Este nuevo llamado, se suma a la campaña "Por un invierno solidario, juntos en esta emergencia climática", lanzada el pasado 25 de junio, con la primera catástrofe que afectó a la zona centro sur del país.
Así, Caritas Chile, a través del Programa Medio Ambiente, Gestión del Riesgo y Emergencia (MAGRE), quienes trabajan en coordinación con los equipos diocesanos de la zona de catástrofe y la red con organismos públicos, privados y sociedad civil, espera que se sumen voluntarios a esta campaña.
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