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En lo que va de este verano, se han reportado diversos casos de incendios estructurales que han afectado a viviendas y bodegas en la provincia de Biobío, los cuales, a diferencia de los siniestros forestales, tienen más medidas preventivas al estar en constante monitoreo antes eventuales desperfectos eléctricos o manipulación de elementos incinerables.
Al respecto, diario La Tribuna conversó sobre esta situación con Marcelo Ortega, comandante del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles, además de entregar recomendaciones sobre cómo prevenir estos incidentes.
El directivo bomberil hizo ver que "para nosotros ha sido inusual que en esta temporada del año tengamos una cantidad tan alta de emergencias estructurales. Lo normal, por llamarlo de alguna forma, es que ocurra en invierno por el uso de calefactores, estufas y todo ese tipo de implementación para calefaccionarse".
Al hacer un recuento de los hechos ocurridos a principios de febrero, recordó que "partimos con una emergencia el día sábado pasado (3 de febrero) en la población Iansa, donde lamentablemente cuatro casas fueron consumidas por lo difícil del acceso a las mismas estructuras. En la madrugada de ese sábado tuvimos una emergencia en avenida Las Azaleas, el domingo fue un galpón afectado, también una emergencia en la Villa Hermosa, y así sumando y sumando incendios estructurales".
Además de los ocurridos en Los Ángeles, se cuentan los incendios en otros puntos de la provincia de Biobío, como en el sector Ovejería de Santa Bárbara, que activó las alertas de los bomberos de la comuna cordillerana.
Las razones de por qué se generaron estos siniestros es una materia a cargo del Departamento de Investigaciones de Incendios, aún se están en peritajes para reportarlo al tribunal cuando se lo solicite.
Ortega afirmó que algunas de las posibilidades que explicarían estos hechos es que sean desperfectos eléctricos, mala instalación de circuitos o la falta de actualización de sistemas eléctricos muy antiguos.
En este caso, las recomendaciones a la población son tener siempre el control del fuego, revisar constantemente las instalaciones eléctricas, no sobrecargar los enchufes, no aglomerar las cargas eléctricas en un solo dispositivo, estar siempre atentos a las condiciones en distintos domicilios, ya sea por temperatura o por viento por ejemplo y, sobre todo, tener una línea de agua disponible y conectada para utilizar y enfrentar cualquier tipo de emergencia.
"Los materiales inflamables están siempre disponibles y son de una forma u otra inflamables, así que a cierta temperatura todos se pueden quemar. La confección de las viviendas en Los Ángeles en particular es una mezcla de concreto y madera o simplemente madera, y ese factor coopera bastante para que el fuego se extienda o pueda prender rápidamente", explicó el comandante de bomberos.
Por lo mismo, recomendó más que "tener un extintor en el domicilio, tener siempre una línea de agua conectada o una manguera de jardín para enfrentar algún fuego incipiente y poderlo controlar para que no pase a un siniestro mayor".
Debido a las altas temperaturas para lo que queda de esta temporada estival, aún están activas todas las alertas preventivas para incendios tanto forestales, como estructurales de la zona urbana, para evitar que estos se propaguen y generen una catástrofe, como lo ha sido la reciente contingencia nacional en la región de Valparaíso.
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