Unos 30 kilómetros al noroeste de Concepción, en el sector rural llamado Quebrada de las Ulloa, comuna de Florida, encuentran parcelas cuyos habitantes se dedican principalmente a la horticultura.
Pero además, cuando no están en su huerto, desarrollan una alfarería tradicional de raíces mapuches, influenciada por los diseños españoles de la época colonial.
Se trata de piezas que son el resultado de una mezcla de dos arcillas, además de una técnica milenaria que preserva la identidad campesino-agrícola de la zona a través de piezas tradicionales como pailas, ollas y fuentes, con motivos como aves, patos, gallinas, pavos y chanchos, y otros de rasgos antropomorfos.
En sus inicios, las piezas de los alfareros de Quebrada de las Ulloa se vendían en largos viajes en carreta a las localidades aledañas o se intercambiaban por legumbres o cereales.
En la actualidad, sus cultoras se han especializado en confeccionar fuentes de cocina, manteniendo siempre los tonos rojizos característicos. Destacan las ollas, azafates y pailas, algunos sencillos y otros bellamente decorados con figuras inspirados por la flora y fauna de sus alrededores campesinos. Las artesanas más jóvenes han desarrollado piezas más pequeñas, como cuencos y vasos para las cocinas más contemporáneas.
Toda esa tradición alfarera de la Quebrada de las Ulloa se reunirá con sus pares de Rere en una cita que tendrá lugar el próximo 6 de junio en el Museo Casa Cano de Rere, en la comuna de Yumbel. La idea del encuentro social, llamado "Abrazo de Artesanos", será compartir experiencias y proyectar una exposición en conjunto.
Si las condiciones del tiempo lo permiten, los asistentes deberán recorrer los lugares de interés patrimonial e histórico de la localidad de Rere.
GREDA DE CAMPÓN
En Rere, Norma Montoya dedica sus días a crear figuras de greda de campón con una técnica que salida de un cuento. En un viejo taller de adobe frente a su modesta casa, situada a unos diez minutos de la misma localidad, Norma recibe a sus clientes, quienes pueden apreciar su trabajo y conocen un poco de esta historia.
Ella lleva más de 50 años se dedica a realizar esculturas que han dado la vuelta el mundo, oficio heredado de su madre, quien le enseñó esta práctica para que tuviera las herramientas para ganarse la vida.
La greda es un recurso que desprende utilidad, pero siempre y cuando tenga la habilidad para darle forma, luego se llevan a cabo diferentes técnicas para otorgarle la calidad de escultura o de uso como las pailas de greda, loza, tazas, jarros, alcancías y otras piezas.
Si talento en greda se divulgó gracias al padre Pedro Campos, quien la ayudó a llegar a Yumbel. Después, el profesor de la comuna santuario Carlos Guíñez, la llevó hasta Santiago hace más de 20 años para exponer en el Parque Bustamante por tres años seguidos.
Sin embargo, el copón de greda que entregó al Papa Juan Pablo II cuando visitó Concepción en 1987, le otorgó un vasto reconocimiento.