La familia de Nicolás Alberto Cárdenas Villa tenía la certeza que el estudiante universitario, de 22 años, había sido secuestrado. Los antecedentes que habían recopilado desde su desaparición, en la noche del 30 de octubre en el sector de la laguna Esmeralda, apuntaban a que un grupo de desconocidos lo habían subido a un automóvil de color negro en contra de su voluntad.
Su propia madre, días después de la denuncia por presunta desgracia, escribió un mensaje en su cuenta de Instagram, donde aseguraba que Nicolás jamás había dejado de comunicarse con ella por algunas horas. Además de reclamar por supuestas obstrucciones de altos mandos en la primera semana de indagaciones, se quedó contra los amigos de su hijo "que se han distanciado y han negado cualquier tipo de información".
Un par de días después de la publicación, ella fue avisada que Nicolás Cárdenas fue encontrado muerto. Aunque no se le proporcionaron más detalles, los antecedentes apuntaban a que el joven había sido asesinado.
Recién ayer, después de trascendidos de prensa, se enteraron de los operativos policiales que culminaron con la detención de cuatro personas, una de ellas de nacionalidad colombiana, acusadas de secuestrar y matar al estudiante.
El caso conmocionó a Los Ángeles debido a que se trata de un hecho inédito en la historia criminal local: una persona fue raptada y asesinada.
UN SECUESTRO QUE COMENZÓ EN LOS ÁNGELES
Según los antecedentes recabados, el joven caminaba cerca de la laguna Esmeralda en Los Ángeles cuando fue interceptado por cuatro sujetos, quienes lo retuvieron y posteriormente lo trasladaron a un sector rural entre las comunas de Laja y la capital provincial.
La denuncia movilizó a Carabineros y a un equipo especializado que incluyó a la Fiscalía de Análisis Criminal, la Brigada de Homicidios y la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI, además del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH). Tras días de búsqueda, el cuerpo de Nicolás fue hallado en un terreno baldío cercano al cementerio El Desagüe, con dos impactos de bala. También con evidencias de haber sido agredido en reiteradas ocasiones antes de ser asesinado.
DETENCIONES Y MOTIVOS DEL CRIMEN
La investigación permitió identificar a uno de los presuntos responsables, identificado con las iniciales S.Z.M. (24), quien fue detenido el sábado gracias a una orden judicial gestionada por el Ministerio Público.
Este primer arresto facilitó la búsqueda del cadáver en ese sector apartado entre las comunas de Laja y Los Ángeles, y entregar las identidades de los otros tres sospechosos, de 22, 20 y 23 años, siendo este último de nacionalidad colombiana y en situación migratoria irregular. Los sospechosos fueron identificados como Ch.S.C., S.L.L y H.O.G., ninguno de los cuales tiene antecedentes policiales.
Pese a lo anterior, el sospechoso de ambos delitos (el ciudadano extranjero) arriesga una condena de presidio perpetuo calificado, es decir, 40 años privado de libertad.
Durante las diligencias, la PDI y la Fiscalía informaron que la principal hipótesis del crimen apunta a rencillas previas entre la víctima y los acusados, posiblemente relacionadas con actividades de tráfico de drogas.
En la audiencia realizada este miércoles en el Juzgado de Garantía de Los Ángeles, la Fiscalía formalizó a los cuatro imputados por el delito de secuestro con homicidio. Sin embargo, no se descartaba la participación de otros implicados en el hecho.
La causa fue declarada de carácter reservado, y los acusados quedaron en prisión preventiva mientras se desarrolla la investigación, cuyo plazo fue fijado en seis meses.
FAMILIA DE LA VÍCTIMA
La familia de Nicolás Cárdenas Villa, el estudiante de Los Ángeles que fue víctima de secuestro con homicidio, reclamó por la falta de información sobre el crimen del joven.
Los parientes, en conversación con diario La Tribuna, dijeron que solo se enteraron de la detención y formalización de los cuatro sospechosos, a través de trascendidos en medio de prensa. Sin embargo, y pese a que aseguraron haberlo solicitado, no recibieron información oficial de lo sucedido.
Los parientes de la víctima, que se trasladaron al Tribunal de Garantías de Los Ángeles a la espera de la formalización de cargos (no pudieron ingresar por la reserva de la información), hicieron ver que se trata de un crimen de extrema gravedad que debe ser investigado en profundidad para condenar a todos los implicados.