¡Ojo! Más del 50% de las contraseñas del mundo se pueden descifrar en menos de una hora

Ante el alza de estafas y ciberataques, la seguridad de nuestras contraseñas es crucial para proteger nuestra información personal y profesional. Sin embargo, un reciente informe ha revelado una alarmante realidad: el 59% de las contraseñas podrían descifrarse en menos de una hora.

El estudio, publicado por expertos en ciberseguridad de la empresa Kaspersky, destaca que la mayoría de las contraseñas utilizadas por los usuarios no son lo suficientemente seguras, por lo que comprometen la seguridad privada pero también los espacios de trabajo, sobre todo gracias a la popularidad del homeoffice y el uso de computadores personales.

Factores como la simplicidad, el uso de palabras comunes y la repetición de contraseñas en múltiples cuentas contribuyen a esta vulnerabilidad. Los métodos de descifrado de contraseñas han avanzado y los ciberdelincuentes pueden aprovechar técnicas como la fuerza bruta y el uso de diccionarios para acceder a cuentas protegidas por contraseñas débiles.

Buenas prácticas para una seguridad robusta

Para mejorar la seguridad de las contraseñas y proteger nuestros datos, es fundamental adoptar algunas buenas prácticas:

●       Contraseñas fuertes y únicas: Utilizar combinaciones de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Evitar el uso de palabras comunes y datos personales fáciles de adivinar.

●       No reutilizar contraseñas: Cada cuenta debe tener una contraseña única. Reutilizar contraseñas en múltiples sitios aumenta el riesgo de que, si una cuenta es comprometida, todas lo sean.

●       Autenticación de dos factores (2FA): Implementar una capa adicional de seguridad mediante la autenticación de dos factores, que requiere un segundo paso de verificación, como un código enviado a tu teléfono móvil.

●       Gestores de contraseñas: Utilizar gestores de contraseñas puede ayudar a generar y almacenar contraseñas seguras sin necesidad de recordarlas todas.

Además de estas prácticas, es esencial educar a los usuarios sobre los riesgos asociados con contraseñas débiles y la importancia de mantener una buena higiene digital. Las empresas también deben jugar un papel proactivo en la protección de la información de sus usuarios mediante la implementación de políticas de seguridad robustas y la educación continua sobre ciberseguridad.

Adoptar buenas prácticas de seguridad y mantenerse informado sobre las amenazas actuales puede hacer una gran diferencia en la protección de nuestra información personal y profesional.