No hay muchas compañías de ballet en provincias, son pocas,  "contadas con los dedos de una mano". Por lo mismo, es muy destacable que en Los Ángeles exista el Ballet Municipal, dependiente de la Corporación Cultural angelina. Desde su creación ha ido superando escollos, logrando etapas, posicionándose en un nivel cada día más alto. Tanto, que ya no solo sus presentaciones son en la comuna o provincia, sino que también en otras ciudades, más lejanas, y con mucho éxito.

Debido a su calidad, también es opinión de conocedores del ballet, el Ballet Municipal de Los Ángeles, cuya sigla es Bamla, fue invitado al Teatro del Bío Bío, a presentar "El Cascanueces", una de las obras más emblemáticas del ballet clásico, ballet en dos actos basado en el cuento "El Cascanueces y el rey de los ratones", de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, compuesto por el célebre Piotr Ilich Tchaikovski y originalmente coreografiada por Marius Petipa y Lev Ivanov.

Esta oportunidad no es por azar.

La dirección general del maestro argentino Hugo Zárate es reconocida y destacada. Eso ha permitido que este importante escenario regional haya recibido la noche del viernes al Bamla y con una característica muy especial a la que los angelinos no estamos habituados: Pagar la entrada. Tal vez nos han mal acostumbrado a que todo sea gratis y, quizás, por eso es que a veces no valoramos en toda su dimensión el arte y todo lo que conlleva, y nuestro teatro municipal no siempre se llena. Sin embargo, el Teatro del Bío Bío sí estaba completo de público que pagó su boleto, con valores desde los 4 mil pesos. La sala, del moderno edificio de varios pisos, congregó a mil cuatrocientas personas que se maravillaron, aplaudiendo y manifestando así su admiración por la actuación de cada integrante de este cuerpo de baile.

Me parece significativo que también tienen participación en el escenario varios niños y niñas pertenecientes a la Escuela de Ballet de la Ccmla, en sus roles de ratones y soldados (una experiencia maravillosa y que será inolvidable para cada uno de ellos). Así se les forma en el arte.

En el elenco, integrado por casi 60 artistas, corresponde destacar los roles principales porque, verdaderamente, lo merecen: La angelina Gladys Henríquez (Reina de las Nieves), y los penquistas Gabriel Valencia (Príncipe Cascanueces) y Naira Astudillo, (Hada del Azúcar), bailarina principal, con solo 14 años de edad, realiza el "pas de deux" del final de la obra; además, Catalina Morales (Clara) y Alejandro Becerra (Dr. Drosselmeyer); arrancando todos espontáneos aplausos. (Imposible, por espacio de la columna,  nombrarlos a todos).           

Es necesario, además, mencionar que no era lo único que había la noche del viernes en Concepción. En el barrio universitario, la Orquesta Sinfónica y Coro de la UdeC, con la dirección del maestro Francisco Núñez, ofreció "Historias de Navidad, un concierto para recordar", con la participación del actor Francisco Melo, y tres invitadas especiales: La cantante Carolina Aguilera, conocida como Canarito; y las actrices y cantantes Annie Murath y Daniela Lhorente. El mismo concierto que, en Los Ángeles, tuvimos el honor de ver y escuchar en la noche del jueves, un día antes que en la capital regional.

De regreso de la actuación del Bamla en el Teatro del Bío Bío, pasamos por la Universidad de Concepción. Pudimos ver la inmensa cantidad de personas que salía del recinto. Hemos sabido que asistieron más de doce mil. Es que Concepción tiene público para todos los espectáculos, sean gratis o pagados.  Ambos, en esta fecha tan especial, cumplen con creces los objetivos de sus realizadores.

Estar en los dos me permite aquilatar la envergadura de ellos; y en cuanto al ballet, sentir orgullo como angelino al escuchar algunos halagadores comentarios y agradecimientos por recibir desde Los Ángeles -en la capital regional- un ballet tan bien logrado.                     

Zenón "Cheno" Jorquera

Concejal de Los Ángeles