San Rosendo vuelve a sacar la cara por los vinos de la Región del Biobío

La comuna de San Rosendo tiene una superficie de apenas 92,4 km². Si se trata de hacer comparaciones, Los Ángeles es casi 20 veces más grande (1.748 km²) que la tierra del personaje de La Carmela.

Aunque una parte importante de los terrenos está cubierta por enormes extensiones de plantaciones de pino insigne y eucaliptus, aún hay varios sectores donde pequeños agricultores se esfuerzan por tratar de sacarle partido a esos suelos del secano interior, esos que se riegan solo con lo que proporcionan las lluvias en la época invernal.

Es que esas tierras que están cercanas al punto donde las aguas del río Laja confluyen en las del Biobío donde predominan los lomajes suaves, se están haciendo los mejores vinos de la región.

Por segundo año consecutivo, las viñas Tierra Firme y San Roke  ambas de la comuna de San Rosendo  obtuvieron reconocimientos en la versión 2022 del CatadOr World Wine Awards, el concurso internacional de vinos de mayor relevancia en América Latina.

El certamen, que se realiza desde 1995 en la ciudad de Santiago, ya suma 27 versiones con la participación de grandes, medianos y pequeños productores, incluso del extranjero.

En la reciente cita, de los cuatro vinos premiados con medallas de oro, dos fueron para la viña Tierra Firme y uno para la viña San Roke.

En el caso de la primera, se destaca además por ser la única cepa Malbec que es premiada, variedad que fue redescubierta hace una década en los suelos de San Rosendo y con parras cuya data supera los 160 años.

Fue hace 10 años que especialistas determinaron la existencia de la cepa fina de origen francés, lo que dio pie para comenzar un paciente trabajo de mejoramiento en las cosechas y en los procesos hasta conseguir mostos de calidad internacional.

Los vinos premiados de Tierra Firme premiados fueron Reliquia Centenaria Malbec Reserva 2021 y Malbec Criollo 2022.

En el caso de la viña San Roke, la medalla de oro fue entregada a un vino de la cepa País del año 2020, repitiendo el reconocimiento obtenido en 2017.

Se guardó en estanques de acero inoxidable, sin uso de madera para que su resultado sea natural y fresco, según detalló Cristian Rozas, representante de la referida viña.

El resultado de este trabajo fue un vino suave, jugoso y frutal que reconocido por el exigente jurado que evaluó las producciones de más de un millar de viñas a lo largo y ancho del país.

Desde 2017 que los pequeños productores viñateros de San Rosendo están obteniendo reconocimientos en certámenes concursos nacionales e internacionales, teniendo al frente a productores de los valles vitivinícolas más importantes del país, como los de Colchagua, Maipo,

VIÑA TIERRA FIRMA

Héctor Espinoza es hijo de don Tito, dueño de la viña Tierra Firme. Él es quien ha vivido toda su vida acá. Él creció entre medio de las viñas, cuenta.

Recuerda que antiguamente el vino se vendía a granel hasta que en 2011 se produjo un hito que cambió para siempre lo que se hacía en esos campos de rulo: el enólogo Juan José Ledesma descubrió que las uvas que los lugareños denominaban burdeo, en realidad eran parras de la cepa Malbec.

Lo más interesante es que se trataba de plantas de más de 160 años, lo cual le otorgaba características únicas al vino obtenido de esas vides.

Héctor Espinoza cuenta que a partir de ese redescubrimiento, se abocaron a mejorar los procesos para embotellar y etiquetar un vino de calidad que, por dos años consecutivos, ha sido premiado en la exigente CatadOr World Wine Awards.

Lo nuestro es artesanal, desde el proceso de elaboración hasta el embotellado y etiquetado y eso llama mucho la atención a los clientes, aseguró.

Aunque hace poco tiempo están saliendo con sus producciones a los concursos nacionales e internacionales, asegura que han obtenido buenos resultados en base a un trabajo sostenido para ofrecer un producto de calidad.