Los pescadores representantes de la actividad industrial, declararon, con motivo del paro de Puerto Coronel, que "es de extrema gravedad las más de siete semanas en que Puerto Coronel ha mantenido sus operaciones paralizadas, puesto que desencadenó una serie de externalidades negativas que han impactado fuertemente a la economía y a todo el sistema productivo, especialmente en la Región del Biobío".
"En el caso nuestro, desde el inicio del paro portuario permanecen al interior de Puerto Coronel 85 contenedores inmovilizados, con productos congelados como jurel, salmón, choritos, además de harina de pescado, lo que equivale a 2.000 toneladas de carga que tenían como destino mercados internacionales", explicaron. "Toda esta producción está en riesgo de perderse debido a que desconocemos el estado de almacenamiento de la carga".
Los representantes de la pesca industriales continuaron, con la observación de que "a esto se suma el caso de un barco destinado en un 100% a la carga de jurel congelado, que esperaba cargar 6.200 toneladas, que no ha concretado la operación de embarque, y otra serie de costos adicionales que hemos debido asumir para realizar exportaciones desde la zona central del país, al igual que la diferencia tarifaria por salir por otros puertos con navieras con las que no existen contratos".
"Todo esto ha generado un impacto económico de US$ 2 millones, ya sea por pérdidas en producción, incumplimiento de contratos de exportación o costos adicionales que hemos sido forzados a asumir", alertaron. Los pescadores indicaron que "como gremio, parte de un ecosistema productivo importante para Chile, nos preocupa la forma en que el Gobierno ha declarado que el conflicto correspondiente a una toma violenta e ilegal se trata de un "conflicto entre privados" y forzando a la empresa tomada a conversar con quienes apedrean sus buses e impiden acceder a trabajadores contratados que desean laborar". La acción violenta y unilateral de un grupo de trabajadores es lo que hoy está bloqueando la reanudación de las actividades portuarias.
Los pescadores industriales representados por el conjunto agregaron que "lo cierto es que la situación se transformó en una cuestión de Estado ya que es la imagen de Chile la que termina arrastrando riesgos al no permitir la exportación ni la importación de productos, contraviniendo contratos y vulnerando derechos constitucionales. Es tarea del Estado garantizar el libre tránsito y el resguardo de infraestructura crítica sensible para la región".
Por todo lo anterior, los pescadores hicieron un llamado al Ejecutivo "a ser parte activa de las soluciones, hacer respetar el Estado de Derecho sin condiciones y así garantizar a todos los sectores productivos que siguen acumulando pérdidas, un pronto retorno a la normalidad". "La región del Biobío no puede seguir en un clima de incertidumbre pues hay inversiones, negocios y familias que esperan una pronta respuesta", alertaron.