Las imágenes de alegría de los vecinos de Quilicura eran evidentes. Hubo globos, serpentina y hasta orquesta durante la ceremonia de inauguración de la nueva línea del Metro que incorpora a buena parte de la zona norponiente de la Región Metropolitana.
Gracias a una inversión que supera los 370 millones de dólares, se construyeron más de 3 kilómetros de vías que desde este lunes, tendrán una disminución importante de los tiempos de desplazamientos.
Las estaciones beneficiarán a más de 270 mil personas de ese territorio de la capital, lo cual les permitirá llegar en cerca de 20 minutos al centro de Santiago desde la plaza de armas de Quilicura.
Son 3,8 kilómetros de extensión que se suman a los más de 20 km que ya tenía la Línea 3 del Metro y ahora tendrá un total de 20 estaciones, las cuales se encuentran desde el oriente hasta el norponiente de la capital. En total, la red ferroviaria alcanza los 146 km de longitud con todas sus líneas.
Pero las inversiones no terminan ahí. De hecho, Metro de Santiago cuenta con cinco proyectos en estudio o en construcción, una de ellas es la extensión de la Línea 2 que estaría operativa a finales del 2023. Otra extensión es en la Línea 6, la cual está proyectada para el 2027 y que abarcará la zona poniente y que permitirá combinar con el Tren Santiago-Melipilla.
También está en construcción la nueva Línea 7, que conectará a Renca con Vitacura en una extensión de 26 kilómetros y que beneficiará a más de un millón y medio de personas. Permitirá viajar en 37 minutos entre ambas comunas, una reducción del 49% del tiempo de viaje. Estará en operación a partir del 2028.
Las dos nuevas líneas más recientes en anunciarse son 8 y 9. La Línea 8 conectará a Puente Alto con Providencia en 23 minutos, reduciendo un 59% el tiempo de viaje entre ambas comunas. Tendrá una longitud de 19 kilómetros y beneficiará a más de 1.9 millones de personas. Estaría operativa en el 2030.
La Línea 9 contempla 27 kilómetros y entregará conectividad a ocho comunas de la zona sur de capital con más de 2 millones de habitantes beneficiados. La entrega se realizará por tramos, la primera estaría operativa el 2030, la segunda el 2032 y la tercera el 2033.
Las inversiones para cada una de esas líneas del Metro son de varios cientos de millones de dólares con el fin de paliar en parte la necesidad de traslado de los más de seis millones de capitalinos.
Sin embargo, cuando desde la Región del Biobío se planteó la idea es un tren subterráneo para la ciudad de Concepción, que se complementara con los taxibuses y colectivos, inmediatamente hubo un "n"o por respuesta desde el nivel central. Ni siquiera para realizar los estudios técnicos que permitan poner un costo tentativo a una obra de esa envergadura.
El Biotrén, que data de los primeros años de este siglo, ha demostrado ser una opción efectiva y validada para los habitantes del Gran Concepción pero la ampliación de su red en superficie está limitada por las condiciones geográficas.
Con una pequeña parte del presupuesto destinado a las mega-inversiones en la capital se pueden financiar los estudios que permitan visualizar todas las opciones para mejorar el transporte de la región en su conjunto, incluyendo a las provincias de Biobío y de Arauco (no solo de la cabecera regional). El paso siguiente sería financiar esas obras que, por cierto, tendrían un costo menor por ser inferior la superficie a recorrer.
Sin embargo, ese tipo de decisiones sigue radicada en la capital del país, en detrimento de la población regional que perfectamente puede, algún día, tener una celebración con globos y orquesta porque le están resolviendo un problema serio de transporte.