Este jueves celebró en el Día del Periodista que no solo recuerda la promulgación de la ley que oficializó la profesión de periodista, sino también la profunda herencia de uno de los pioneros de la actividad en nuestro país: Fray Camilo Henríquez. La figura de Henríquez no solo es emblemática por su rol en la creación de "La Aurora de Chile", el primer periódico chileno, sino también por su incansable labor en la difusión de ideas revolucionarias y la construcción de una identidad nacional.
La promulgación de la Ley Nº 12.045 el 11 de julio de 1956, que reconoce y regula la profesión de periodista, es un hito significativo en la historia del periodismo chileno. Esta normativa no solo otorgó un reconocimiento formal a la profesión, sino que también subrayó la importancia de la prensa como un pilar fundamental de la democracia y la libertad de expresión. Sin embargo, para comprender plenamente el impacto de esta ley, es crucial reflexionar sobre los cimientos que aportaron personajes como Fray Camilo Henríquez.
Fray Camilo Henríquez, un ferviente patriota y sacerdote oriundo de Valdivia, utilizó su pluma como arma en la lucha por la independencia de Chile. En 1812, fundó "La Aurora de Chile", un periódico que se convertiría en un vehículo esencial para la difusión de ideas independentistas y la formación de una conciencia nacional. A través de sus escritos, Henríquez no solo informaba a la población, sino que también la educaba, motivaba y unía en torno a la causa de la libertad.
La visión de Henríquez iba más allá de la simple publicación de noticias. Entendía el poder de la palabra escrita como una herramienta de cambio social y político. Sus editoriales y artículos eran un llamado a la acción, una invitación a cuestionar la opresión colonial y a soñar con un Chile libre y soberano. En este sentido, Henríquez puede ser considerado el padre del periodismo chileno, ya que sentó las bases para una prensa comprometida con la verdad y el progreso de la sociedad.
El legado de Henríquez perdura en la labor de los periodistas actuales, quienes, siguiendo sus pasos, se enfrentan a los desafíos de un mundo en constante cambio. En un contexto donde la información se mueve a una velocidad vertiginosa y las noticias falsas proliferan por todas partes, el periodismo debe mantenerse fiel a sus principios fundamentales: la búsqueda de la verdad, la independencia y la ética profesional.
La figura de Fray Camilo Henríquez nos recuerda que el periodismo no es solo una profesión, sino una vocación al servicio de la sociedad.
Al celebrar el Día del Periodista, se honra a todos quienes, como Fray Camilo Henríquez, han dedicado sus vidas a la noble tarea de informar y educar a la ciudadanía. Recordamos que el periodismo es esencial para la democracia, pues una sociedad bien informada es una sociedad más libre y justa. La labor de los periodistas es indispensable para la construcción de un futuro donde la verdad y la justicia prevalezcan.
En este día, renovamos nuestro compromiso con la excelencia periodística, inspirados por el legado de Fray Camilo Henríquez. Que su ejemplo nos guíe y motive a seguir luchando por un periodismo que sea un verdadero baluarte de la libertad y la democracia en Chile.