A fines de los años 50, Floridor Pérez, un profesor recién egresado, llegaba a su primera destinación: La escuela de Mortandad, distante 28 kilómetros al nororiente de la ciudad de Los Ángeles. Las condiciones no podían ser más precarias. Parte de las dependencias ni siquiera tenían techo y las ventanas tampoco tenían vidrios.
Floridor Pérez, que hizo una destacadísima trayectoria como poeta y escritor, falleció en 2019 pero siempre recordó su experiencia en Mortandad y volvió al lugar cada vez que pudo. "Ese lugarejo", como él mismo decía.
Si volviera ahora a la escuela - ahora llamada La Leyenda - sin duda que destacaría una enorme diferencia. El recinto educativo, que tiene una matrícula cercana a los 150 estudiantes hasta octavo año básico, reluce por la calidad de la construcción.
Y no solo se trata de lo material. Los resultados de las pruebas Simce están muy por sobre el promedio nacional y se acercan a los de establecimientos particulares.
Por esas razones, el simbólico acto para dar inicio al año escolar en Los Ángeles se realizó en la escuela La Leyenda. Hasta allá llegaron autoridades, encabezadas por el alcalde Esteban Krause, además de los directores de los establecimientos educativos de la capital provincial. Por supuesto que estuvieron los estudiantes de todos los niveles, además de los docentes, padres y apoderados.
La propia directora de la escuela La Leyenda, Alison Rubilar, dijo sentirse orgulloso como comunidad educativa "porque el inicio del año escolar fuera en nuestra escuela. Además de mostrar los avances en infraestructura, podemos mostrar lo que hemos hecho en lo académico, sobre todo en las mediciones nacionales, donde nos ha ido maravillosamente bien".
Además de enumerar las inversiones en el recinto, que superan los 350 millones de pesos, la educadora recalcó que "los alumnos nuestros necesitan un lugar seguro y digno. Y si es en una escuela rural, debe ser mucho mejor".
El alcalde Esteban Krause hizo ver que la mitad de las 46 escuelas bajo administración de la Municipalidad de Los Ángeles, están en zonas rurales, con una matrícula que supera los 4 mil alumnos.
Según el jefe comunal, "nos importa la educación rural porque estamos conscientes que hay niños y niños con un tremendo potencial que deben desarrollar y la educación en estos establecimientos deben proporcionarles las oportunidades para seguir estudiando hasta tener una profesión".
DESPLANTE
Quien se llevó la atención en la ceremonia fueron las palabras de Santino Monterroso Orellana, alumno de quinto año básico de la escuela La Leyenda.
El niño de 10 años contó que hace dos años llegaron desde la capital a vivir al sector de Mortandad. Cuando fueron a conocer el establecimiento, reconoció que quedó asombrado del buen trato y el cariño de los docentes.
"Acá conocí a mis compañeros que ahora son mis amigos, como el Maxi y el Fabio. La directora es la persona más amable del mundo y la comida es demasiado buena", señaló con entusiasmo.