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Joaquín Arriagada Aguilera, ahora exalumno del Liceo Alemán del Verbo Divino y puntaje nacional en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), destaca no solo por sus logros académicos en esta prueba nacional, sino también por su incansable labor con niños y niñas del sector de Paillihue, en el área sur de Los Ángeles, donde fundó el proyecto "Brilla y Aprende con el Verbo".
Esta iniciativa, llevada a cabo por diversos alumnos del liceo y fundada por Joaquín, tiene como objetivo realizar clases gratuitas a estudiantes desde quinto básico hasta cuarto medio, contribuyendo al refuerzo académico en áreas como matemáticas, física, inglés y biología, entre otras materias.
"Nosotros, como alumnos del Liceo Alemán, hacemos clases gratis a la comunidad de Paillihue. Alrededor de 25 estudiantes han pasado por nuestras mini aulas, donde enseñamos lo que ellos pidan, estamos abiertos a todas las materias", comentó Joaquín con orgullo.
La motivación detrás de esta iniciativa, según relató, fue poner al servicio de la comunidad los conocimientos y el tiempo de los estudiantes del liceo. "Queríamos ayudar a la gente, ofreciendo nuestro conocimiento y dedicación. Hemos tenido una excelente recepción por parte de los alumnos y sus familias, y eso es algo muy gratificante", comentó.
Joaquín, junto a su profesora guía Anabella Cornejo, organizó un equipo de seis estudiantes, quienes asumieron el rol de "profesores" en las distintas materias que los niños solicitaban. "Primero les preguntamos a los niños en qué área necesitan más ayuda, y luego, según la disponibilidad y confianza de los voluntarios, asignamos a los profesores", explicó Arriagada.
Las clases, que inicialmente se realizaron en la Parroquia Santiago Apóstol de Paillihue, tuvieron que cambiar de locación cuando el edificio fue demolido. A pesar de esto, los estudiantes no detuvieron su labor y ahora imparten las clases en la casa del sacerdote local. "Nos reunimos todos los viernes de 5 a 6:30 de la tarde, y aunque estemos cansados después de una semana de estudios, nos reunimos con los niños para ayudarlos en sus estudios", añadió Joaquín.
"Este año quise poner al servicio de la comunidad mis conocimientos y mi tiempo. No entregamos material específico, sino que les damos lo que sabemos y nuestro tiempo, y eso es lo que realmente valoran", comentó.
La iniciativa, además de apoyar académicamente a los estudiantes de Paillihue, ha generado un gran impacto en la comunidad. "Los apoderados están felices y también nuestro colegio está orgulloso de nosotros. Es algo muy bonito ver cómo los niños nos esperan cada semana y aprovechan las clases", dijo Joaquín, destacando la respuesta positiva que ha recibido el proyecto.
Aunque Joaquín tiene planeado estudiar Medicina en la Universidad Católica de Santiago, su vocación por la educación ha estado presente durante su vida, inspirada en parte por su abuela, Marta Oviedo, profesora normalista. "Mi abuelita dedicó su vida a la educación, y eso ha sido una inspiración para mí. Aunque estudiaré Medicina, siempre me he visto enseñando en una universidad o, de alguna manera, compartiendo mi conocimiento", señaló.
El proyecto "Brilla y Aprende con el Verbo" seguirá adelante, a pesar de que Joaquín dejará Los Ángeles para continuar con sus estudios en Santiago. "Pasé el legado a los nuevos coordinadores de la Pastoral, pero seguiré apoyando a distancia. Espero que esta actividad siga creciendo y llegue a más niños", comentó sobre el futuro de la iniciativa.
Durante su último año escolar, también lideró otras actividades sociales, como el "Trueque Solidario", donde los estudiantes del liceo intercambiaban productos de aseo y alimentos para ayudar a familias afectadas por las lluvias y también a hogares de ancianos. "Si uno se organiza bien, puede hacer muchas cosas. No se trata solo de estudiar, sino de poner el conocimiento y el tiempo al servicio de los demás", reflexionó.
En cuanto a su preparación para la PAES, Joaquín cuenta que su logro no fue algo que vino de la nada. "Yo empecé sacando 450 puntos en matemáticas en mi primer ensayo. Luego, con la ayuda de mi profesor Rogers Astete, fui mejorando hasta llegar a los 900 puntos. Nunca pensé que lograría los 1000 puntos, pero cuando vi el resultado, fue una emoción increíble para mí y mi familia", relató.
Finalmente, como llamado a la comunidad, señaló: "Quiero dar testimonio de que, si uno se organiza bien y tiene a Dios que lo acompañe, es capaz de lograr cualquier cosa. No se trata solo de estudiar todo el año sin hacer nada más. Este año hice muchas actividades y aun así conseguí el puntaje nacional. Lo más importante es disfrutar el proceso y tener el apoyo de la familia", concluyó Joaquín, destacando el rol crucial que jugaron sus padres, Marcela Aguilera y Jorge Arriagada, en su éxito.
Para aquellos apoderados y alumnos que se interesen en ser partícipes del grupo "Brilla y Aprende con el Verbo", se pueden contactar al correo electrónico: [email protected].
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