Identidad

Los 149 años de la creación de la provincia de Biobío: El olvidado hito histórico

El 13 de octubre de 1875 se dio forma a la unidad territorial cuya capital fue la ciudad de Los Ángeles. Sin embargo, aquel acontecimiento ha quedado sumergido en el más profundo de los olvidos

Mapa de la provincia de Biobío, fines del siglo XIX., Memoria Chilena
Mapa de la provincia de Biobío, fines del siglo XIX. / FUENTE: Memoria Chilena

Nuestra provincia de Biobío debe su nombre al majestuoso río que surge en las altas cumbres de la Cordillera de Los Andes, en las lagunas Galletué e Icalma, y recorre 380 kilómetros hasta desembocar en la bahía de Concepción.

En su recorrido hasta el mar atraviesa a buena parte de las comunas del territorio, como Alto Biobío, Quilaco, Santa Bárbara, Los Ángeles, Negrete, Nacimiento, Laja y San Rosendo. De ahí que surja un nexo ineludible con la zona, que un 13 de octubre de 1875 fue refrendada cuando se denominó provincia de Biobío.

Sin embargo, poco y nada se sabe de tal hito en la historia local. La fecha del 13 de octubre pasa completamente desapercibida. No hay ceremonias ni eventos especiales. Tampoco ha habido en años anteriores.

Ese día, hace ya 149 años, en 1875, fue la fecha oficial de creación de la Provincia de Biobío, una división administrativa que supera los 400 mil habitantes y que fundamental en la configuración del territorio regional, pero ha sido olvidada por generaciones de biobenses.

A pesar de su importancia, es probable que pocos en la provincia, y menos aún fuera de ella, estén al tanto de este aniversario. Cada año, el 13 de octubre, Biobío debería recordar y celebrar su historia, pero la fecha queda relegada al olvido, enterrada bajo otras conmemoraciones más populares o eventos más mediáticos. ¿Cómo es posible que la provincia que lleva el nombre del río más importante del país no celebre su propio día con el fervor que merece?

LA IMPORTANCIA DE UN HITO OLVIDADO

La Provincia de Biobío se creó en una época de reorganización territorial tras la división de la antigua provincia de Arauco, un vasto territorio que abarcaba desde el río Laja hacia el norte hasta el río Toltén en el sur.

Este proceso administrativo permitió que Biobío surgiera como una unidad territorial propia, con Los Ángeles como su capital, en un momento clave para el desarrollo de la zona. Sin embargo, 149 años después, el desconocimiento de esta fecha histórica es, cuanto menos, llamativo.

El olvido se profundiza si consideramos que Biobío no solo representa una división geográfica, sino también una identidad. Los habitantes de la provincia comparten un vínculo directo con su territorio, pero este nexo parece difuminarse cuando se trata de recordar eventos cruciales en su historia. El 13 de octubre debería ser una jornada de reflexión y celebración, un día para rescatar el orgullo de los biobenses por su tierra y sus logros.

LOS AÑOS FORMATIVOS

La historia de la provincia no es menos fascinante. Desde su creación, Biobío ha sido un territorio marcado por desafíos, cambios políticos y crecimiento demográfico.

Los primeros pasos hacia su conformación comenzaron mucho antes de 1875, con la fundación de Los Ángeles en 1739 y la posterior consolidación de la Isla de la Laja como territorio diferenciado en 1793. Esta isla histórica, delimitada por los ríos Laja y Biobío, sentó las bases para la identidad geográfica de la provincia.

Sin embargo, el proceso de formalización de Biobío como provincia autónoma fue largo. La creación oficial en 1875 llegó tras años de solicitudes de las autoridades locales, quienes argumentaban que el departamento de La Laja superaba en población e importancia al de Angol, que había sido designada como capital de la Provincia de Arauco. Esta presión finalmente rindió frutos, y Biobío emergió como una nueva provincia, integrando los departamentos de La Laja, Nacimiento y el recién creado departamento de Mulchén.

LOS ROSTROS DETRÁS DE LA HISTORIA

El primer intendente de la nueva provincia fue Felipe Anguita Canifruch, nacido en Yumbel en 1838. Anguita provenía de una familia prominente y jugó un papel clave en los primeros años de la provincia. Su nombramiento simbolizaba el inicio de una nueva era para Biobío, que comenzaba a afianzarse como una entidad política y territorial con gran potencial.

La administración de la provincia no estuvo exenta de desafíos. Los intendentes que sucedieron a Anguita, como el coronel Pedro Lagos Marchant, enfrentaron un contexto de cambios y tensiones en el sur del país, donde las fuerzas militares y los pobladores debían lidiar con las consecuencias de la expansión territorial y los conflictos con las comunidades indígenas.

La experiencia guerrera de Pedro Lagos que aprendió en la zona lo llevó a cabo durante las campañas militares en la Guerra del Pacífico. En la toma y asalto del Morro de Arica, uno de los hechos militares más brillantes en ese conflicto bélico, aplicó las experiencias aprendidas de sus incursiones por la zona.

LOS NUEVOS TIEMPOS Y LAS TRANSFORMACIONES

A medida que el siglo XX avanzaba, la Provincia de Biobío continuó transformándose. En 1975, exactamente un siglo después de su creación, Biobío se expandió territorialmente, anexando las comunas de San Rosendo, Yumbel, Cabrero y Tucapel, lo que consolidó su importancia en la región. Sin embargo, estos hitos también se ven eclipsados por el olvido.

Más recientemente, la Ley de Fortalecimiento de la Regionalización en 2021 cambió la denominación de las autoridades locales, pasando de gobernadores provinciales a delegados presidenciales provinciales. En este contexto, es destacable que en marzo de 2022, Paulina Purrán Purrán se convirtió en la primera mujer pehuenche en asumir el cargo de delegada presidencial de la Provincia de Biobío, un hecho histórico que resalta la diversidad cultural y étnica de la zona.

RESCATANDO LA MEMORIA

El olvido de la creación de la Provincia de Biobío es solo un síntoma de una tendencia más amplia: la falta de conciencia sobre la historia propia. En un mundo cada vez más globalizado, donde las grandes efemérides nacionales o internacionales tienden a acaparar toda la atención, las historias locales se diluyen hasta perder toda importancia a ojos de las nuevas generaciones.

La historia de Biobío es rica en lugares, acontecimientos, personajes y luchas, pero necesita ser rescatada. Quizás la celebración de los 150 años sea la oportunidad perfecta para que las autoridades, las escuelas, los medios de comunicación y la sociedad civil unan esfuerzos y devuelvan a la provincia el protagonismo que merece.




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