Identidad

Cábalas de Año Nuevo: ¿Con qué ritos iniciarás el 2025?

El Año Nuevo, con sus raíces en la antigua Roma y el culto al dios Jano, ha evolucionado a lo largo de los siglos, manteniendo su esencia como un símbolo de renovación. Esta celebración cargada de significados inspira los nuevos comienzos.

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cabálas / FUENTE: La Tribuna

Ad portas de despedir el 2024 y dejar atrás un año lleno de experiencias y sentimientos que ya sean positivos o negativos, nos enseñaron y aportaron en nuestro crecimiento y desarrollo personal, las tradiciones y cábalas se apropian del ambiente, generando expectativas de cómo proyectar el nuevo año que traerá consigo 365 nuevas oportunidades.

Los chilenos somos un pueblo que disfruta de tradiciones y de costumbres que se pasan de generación en generación, por lo que el Año Nuevo es más que una celebración; es una oportunidad para renovar esperanzas, establecer metas y poner en práctica antiguas cábalas heredadas por antepasados.

En cada rincón del país, estas tradiciones llenan de magia y simbolismo la noche del 31 de diciembre, creando un puente entre el pasado y el futuro.

De acuerdo a los antecedentes históricos, a fin de cada año en las calles del Santiago del siglo XIX se podía encontrar puestos de fruta, fondas y ramadas, así como pies de cueca en las veredas, que eran las actividades que formaban parte del panorama.

Sin duda algunas cosas han cambiado, pero lo que se conserva por décadas es lo que describe el escritor Alfonso Calderón en su texto Cuando Chile cumplió cien años: "entre la Pascua y el Año Nuevo de 1910, lo de siempre: optimismo y nobleza, en los sentimientos y en la razón. ¡A desear la felicidad de todos!".

ORÍGENES PROFUNDOS

El Año Nuevo, tal como lo conocemos hoy, tiene raíces profundas en la historia de la humanidad, remontándose mucho antes de la adopción del calendario gregoriano en 1582. Este rito, cargado de simbolismo y expectativas, se ha convertido en una festividad universal que marca el inicio de un nuevo ciclo.

Antes del calendario gregoriano, el mundo occidental se regía por el calendario juliano, instaurado por Julio César en el año 46 a.C. Este sistema estableció que el año comenzara en enero, coincidiendo con la asunción de los cónsules en la antigua Roma. El mes fue dedicado al dios Jano, regente de los comienzos y las entradas, representado por un hombre de dos caras: una mirando al pasado y otra al futuro.

Este simbolismo perdura en el mes de enero, cuyo nombre en inglés, January, deriva de Jano. En su honor, los romanos celebraban el inicio del año con fiestas paganas, en las que intercambiaban dátiles, miel y otros alimentos, como un deseo de dulzura y prosperidad para los tiempos venideros.

EL AÑO NUEVO EN CHILE

Con el paso de los siglos, la celebración del Año Nuevo ha evolucionado, incorporando cábalas y rituales que buscan atraer la buena fortuna.

Uno de los rituales más extendidos es comer 12 uvas a la medianoche, una por cada mes del año, pidiendo un deseo con cada bocado. Esta sencilla práctica está cargada de simbolismo, representando la esperanza de un año lleno de prosperidad y felicidad.

Para atraer abundancia y estabilidad económica, muchas familias optan por comer lentejas, un alimento que desde tiempos antiguos simboliza prosperidad. De manera similar, colocar un billete en el zapato o guardar un ajo en la billetera asegura, según la tradición, que el dinero nunca faltará en los meses venideros.

VIAJES, AMOR Y BUENA FORTUNA

Para aquellos que sueñan con aventuras y viajes, una maleta en mano al dar la vuelta a la manzana, o incluso subirse a una silla con ella, es la fórmula perfecta para invocar un año lleno de destinos por descubrir.

El amor también tiene un lugar especial entre las cábalas. Usar ropa interior amarilla para atraer la buena suerte o roja para llamar al amor son costumbres infaltables, al igual que buscar el primer abrazo de Año Nuevo con alguien del sexo opuesto, como un guiño simbólico para encontrar el amor verdadero.

DETALLES QUE HACEN LA DIFERENCIA

Otros ritos incluyen llenar los saleros del hogar, gesto que simboliza la abundancia y la estabilidad familiar. Algunos colocan un anillo en la copa de champaña durante el brindis, esperando que sea el año del compromiso matrimonial, mientras que abrir las ventanas permite que las malas energías salgan y den paso a un nuevo ciclo lleno de oportunidades.

La escritura también tiene su protagonismo. Anotar los deseos para el próximo año y quemar el papel después de la medianoche es un acto catártico y de renovación, que marca el inicio de un nuevo capítulo.

UNIÓN ENTRE GENERACIONES

El Año Nuevo es una mezcla de esperanza y tradición, donde cada gesto y cábala refuerza el anhelo de un futuro mejor. Estas costumbres, más que supersticiones, representan un acto colectivo de fe y optimismo que une a familias y comunidades.

Así, mientras los abrazos, risas, llantos y música inundan los rincones del país, los chilenos no solo celebran, sino que también alimentan sus corazones con la promesa de que el próximo año estará lleno de abundancia, amor y prosperidad.




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