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Un total de 104 familias sufrieron daños en sus hogares producto del desborde del Río Mulchén, en medio del sistema frontal que deja con severos daños el estado de caminos en sectores rurales, en una comuna donde además colapsó el sistema de alcantarillado, con situaciones complejas que afectan a vecinos del sector ribereño.
Ahora la comunidad se prepara para enfrentar un nuevo frente de mal tiempo que se espera llegue la próxima semana, a la región del Biobío.
En entrevista con radio San Cristóbal, el alcalde, Jorge Rivas, detalló la magnitud de los daños y las dificultades que enfrentan.
Además de los daños en las viviendas, otros sectores de la comuna también se vieron gravemente afectados. "Las zonas más perjudicadas incluyen Aurora de Enero, Alhuelemu, Munilque y Liucura, con algunas viviendas anegadas en el sector de Santa Laura, específicamente donde se encuentra el Club Deportivo Estrella Blanca. También tenemos 11 personas, incluyendo niños y niñas, albergadas temporalmente", añadió el alcalde respecto de la habilitación de tres albergues para las familias que lo requieran.
La conectividad es otro de los grandes desafíos que enfrenta la comuna. "Tenemos cerca de 1.900 kilómetros cuadrados de superficie comunal, gran parte rural. Los caminos están en muy mal estado debido a la gran cantidad de agua absorbida. No pudimos trabajar en los caminos vecinales porque la lluvia era intensa. Los caminos públicos, que dependen del Ministerio de Obras Públicas, también requieren atención urgente", señaló Rivas.
Ante la posibilidad de un nuevo sistema frontal la próxima semana, la comunidad de Mulchén está en alerta. "Esperamos que estos días no llueva y se pueda afirmar la tierra para poder trabajar en los caminos, ya que esto impide que la gente pueda trasladarse. Sabemos que la próxima semana vendría otro sistema frontal, un poco menor", informó el alcalde.
El Comité de Emergencias Cogrid ha estado trabajando permanentemente con diversas instituciones para evaluar la situación y coordinar la respuesta. Sin embargo, los recuerdos de la crecida de los ríos Mulchén y Bureo en julio de 2006, que inundaron muchas viviendas, aún permanecen en la comunidad. "La gente que vive al lado del Río Mulchén y del Río Bureo recuerda también la crecida de ambos ríos en julio del año 2006, que lamentablemente azotó con una gran cantidad de viviendas, inundándolas y provocando que esa gente tuviera que salir obligadamente de su hogar", recordó Rivas.
El alcalde Rivas llamó a los vecinos a mantener la calma y estar preparados con elementos de emergencia. "Sé que es desesperante, pero es importante comunicarse directamente con la municipalidad, Bomberos, Ejército, Carabineros y la PDI. Hay empresas privadas colaborando con arena.
No hay que alarmarse ni asustarse porque eso genera mayores problemas. Aunque nuestras capacidades no nos permiten llegar a todos lados de manera inmediata, estamos trabajando para solucionar los problemas lo más rápido posible", concluyó.
Ante cualquier eventualidad, la municipalidad ha habilitado tres albergues para atender a las familias afectadas.
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