Sin dudas una de las preguntas que nuestros agricultores se hacen cada año en estas fechas es si dispondrán del agua suficiente para asegurar el riego de sus cultivos. En especial esta disyuntiva se ha hecho más recurrente en el caso de quienes riegan con aguas del Sistema Laja, puesto que es también recurrente el tema de la situación de crisis por la que atraviesa el Lago Laja, fuente principal del abastecimiento del río Laja.
En diversas ocasiones hemos planteado el desequilibrio que se ha tenido en el uso de las aguas de este embalse natural, expresado en extracciones que superan sus afluentes, cuestión que, con el correr de los años, se ha traducido en que durante las últimas temporadas se ha llegado a niveles críticos que han impedido el normal desarrollo de las actividades agrícolas y turísticas que se realizan en torno a los recurso hídricos provenientes de dicho lago.
También, hemos señalado que esta situación es el resultado del uso excesivo que hace la empresa Endesa, a través de su Central El Toro, de las aguas para generación eléctrica, normalmente en épocas que para los demás usuarios no resulta conveniente.
Sin embargo esta columna, más que resaltar las responsabilidades históricas de este verdadero desastre, tiene la intención de informar respecto de la situación actual y de corto plazo hacia el futuro, de tal forma de entregar una señal de lo que puede esperarse para la temporada de riego que esté por iniciarse. Así, podemos indicar que actualmente el lago Laja tiene una acumulación de aguas aproximadamente al 20% de su capacidad útil total, situación que dista mucho de la normalidad, pero que sin embargo, es algo mejor a la existente durante los últimos 5 años.
Lo anterior implica, por un lado, una cierta tranquilidad en cuanto a que debiéramos ser capaces de administrar una situación menos estresante que en periodos anteriores donde, con esfuerzo fuimos capaces de minimizar los daños, pero, por otro lado, es un desafío aprovechar este quiebre en la tendencia para traspasar hacia las siguientes temporadas algo de los beneficios que la hidrología de este año nos deparó. Esto implica ser cuidadosos en el uso de las aguas y hacer coincidentes, en el tiempo, las demandas hídricas de Agricultura y de Energía, de tal forma e las extracciones que debamos hacer desde el lago Laja, se haga cuando las aguas, junto con generar, se usen posteriormente en el regadío.
Es en esta perspectiva que como Asociación de Canalistas estamos participando en la Mesa del Agua para el Laja, de tal forma de promover un acuerdo de operación del lago Laja que, más que representar sólo los derechos legales de cada sector, propicie un uso sustentable en el tiempo, partiendo por salvar la situación de crisis que actualmente nos afecta, para luego, bajo la comprensión y la racionalidad, construir una forma permanente de operación que garantice la sustentabilidad de este lago que constituye la fuente principal de recursos para la agricultura, la energía y el turismo regional y nacional.
DIRECTORIO
ASOCIACIÓN DE CANALISTAS DEL LAJA