Pitril: el paraíso del ecoturismo en Alto Biobío

Distante unos 20 kilómetros de villa Ralco en la comuna de Alto Biobío, y bordeando la ribera del río Queuco, se encuentra la localidad de Pitril.

Compuesta por cerca de 600 personas, esta comunidad pehuenche ofrece al visitante hermosos parajes y una gastronomía inigualable.

Es que en la zona, además, podrán encontrar muchísimos atractivos naturales como cascadas y playas dispuestas a lo largo del río Queco que resultan ser ideales para la pesca.

Desde el municipio de Alto Biobío sostuvieron que el camino está apto para llegar hasta Butalelbún ya que constantemente está siendo sometido a mantención.

Pitril es la primera comunidad que visitaran quienes recorran el sector de Alto Biobío por el río Queuco, pudiendo encontrar una variada oferta de cabañas y algunos atractivos bien especiales.

Uno de ellos es el que ofrece Lorenzo Llaulen, un habitante del sector que hace un recorrido imperdible. En un paseo a pie, explica la cosmovisión del pueblo Pehuenche, llevando a las personas por huellas ancestrales pehuenches.

¿Camina un poco lento? Imposible excusarse en eso para no realizar esta travesía; lo mejor de las caminatas de Lorenzo es que son al ritmo de quienes lo acompañan. 

Éstas contemplan paradas y meriendas en distintos lugares, junto a un guía que conoce la zona. En español y chedungun relata de qué se trata la cultura, explica la historia de los árboles y animales que puedan ir viendo durante el viaje.

Para Lorenzo, ninguno de sus viajes son iguales a otro. La extensión de sus servicios dependerá de las ganas y lo que busquen los turistas.

Si las ganas de conversar son muchas, se puede extender durante todo el día, pudiendo terminar -incluso- degustando ricos asados o comida típica del lugar.

En Pitril también es posible encontrar otro servicio que es ofrecido por los hermanos Vita; se trata de visitas guiadas y recorridos a caballo, ideal para quienes disfrutan del turismo aventura y la naturaleza.

Es que la oportunidad de subirse a un caballo para recorrer el territorio llevará al visitante adentrarse por todos los recovecos de cerros, insertándose en medio de unos parajes envidiables.

Además, estos hermanos ofrecen una rica gastronomía típica del lugar. ¿Su especialidad? El chancho ahumado al palo, pudiendo degustar -además- tortillas realizadas por su madre.

Para quienes deseen disfrutar de varios días en la zona, están las cabañas Rayén.  Ubicadas poco antes de llegar a Cauñicú, los visitantes podrán disfrutar de hospedaje a un muy buen precio, además de comida casera, una vista maravillosa y acceso al río Queuco.

Sin embargo, algo muy especial para disfrutar en esta época del año son las piscinas calientes, las que se fusionan con hierbas medicinales pehuenches.

Marcelo Parrán es quien se hace cargo de estas cabañas y quien, además, ofrece servicios de cabalgatas y trekking por el sector.

Un poco más arriba, los visitantes podrán encontrar las termas de Nitrao, cuya entrada es de $4.000. En el lugar podrán disfrutar de unas termas con un alto contenido de minerales y azufre, transformándola en un lugar propicio para la salud.

Los visitantes disfrutarán de un entorno natural inigualable. Es que a los servicios ya relatados en esta nota se suma el río Queuco que está lleno de playas de arena gris con aguas de color turquesa.

En la localidad de Pitril es posible avistar aves como pájaros carpinteros y animales como zorros que merodean el sector.

Los amantes de la pesca encontraran en Pitril un buen lugar para ello; para bañarse, la zona es espectacular.

La naturaleza que rodea a esta comunidad Pehuenche es ideal para hacer senderismo; existen caminos maravillosos para recorrer y que permiten apreciar el volcán Copahue, entre otros atractivos.

Raulí, coigües, canelos, avellanos, copihues, enredaderas, arrayanes y cerezas silvestres están entre los árboles con los que podrán encontrarse cuando visiten la zona. Incluso, existe un local dedicado a la venta de árboles nativos poco antes de llegar a esta comunidad de Alto Biobío.