Vecinos de villa Alto Retiro Sur están hartos de la falta de locomoción

Una difícil y molesta situación es la que están viviendo un grupo de vecinos angelinos, quienes llevan cerca de un año y medio sin locomoción colectiva, por lo que para acceder a este servicio, deben caminar cerca de un kilómetro.

Esto es lo que viven a diario, los residentes de la villa Alto Retiro sur, en la avenida Octavio Jara Wolf de Los Ángeles.

La Tribuna FinDe conversó con los afectados, quienes manifestaron que en el conjunto habitacional existen paraderos públicos que nunca han sido ocupados por sus residentes, entre los que se encuentran, estudiantes, niños, mujeres y padres de familia, que a diario necesitan utilizar este medio de transporte para trasladarse, ya sea a su trabajo, colegio u otras actividades.

Representantes de este comité habitacional sostienen que hasta la fecha se han reunido, en diferentes ocasiones, para solicitar firmas de los vecinos, y que éstas sean presentadas a la línea que transita diariamente, a varios metros del acceso principal.

Esa es la situación que hoy molesta a las cerca de 150 familias que llegaron a este conjunto en búsqueda de una vivienda propia, con las comodidades necesarias, que cambiara su situación habitacional.

Ana Lagos, es una de las residentes de este sector, quien explicó que hasta la fecha espera una solución, puesto que en invierno esta realidad se presenta cruda, por el peligroso trecho que deben transitar diariamente por la avenida Octavio Jara Wolf, hasta el cruce de Padre Hurtado y la avenida Vicuña Mackenna.

En ese lugar, pueden acceder a la línea de colectivos Iansa Avellano con las variantes 8 y 8L, los que transitan a toda hora del día, y recorren villa Galilea por el sector opuesto al mencionado -avenida Octavio Jara Wolf-.

LA VOZ DE LOS VECINOS DE RETIRO SUR  

Al respecto, los representantes de este comité enfatizaron que hoy, el transporte de los habitantes radica, principalmente, en transporte propio y otras alternativas que superan los dos mil pesos, versus los $450 que equivale el transporte público.

Nicolás Pardo Carrillo, es quien representa, actualmente, a esta agrupación de vecinos, el que ha sido testigo de las quejas, por el peligro que representa la distancia que deben recorrer caminando, hacia el paradero más cercano.

“Desde que adquirimos estas viviendas no tenemos soluciones de locomoción colectiva, lo que nos tiene rotundamente molestos, ya que aquí se fijaron paraderos que hasta la fecha no tienen ningún uso”, explicó la cabeza de este comité.

Problemática a la que se le suma la falta de acceso y el peligro que corren de manera diaria las mujeres en un predio, que antecedete el ingreso habitacional.

Al respecto, Yosselin Regla Ramírez, una de las residentes, manifestó que “es desagradable caminar, todos los días, estas cuadras a pleno sol y en invierno es aún peor. La necesidad hoy es alarmante, y me ha tocado ser testigo de mujeres que tienen que transitar con sus hijos este extenso trecho”.

En este sentido, el representante de la directiva agregó que esa es una de las mayores preocupaciones, puesto que por ahí transitan niños y el clima no es agradable en ninguna de las temporadas.

Otro de los vecinos molestos por esta situación es Gabriel Mardones, quien contó que trabaja diariamente en Concepción, y por motivo de esta falencia, debe salir caminando antes de las 6:30 de la mañana, para alcanzar un colectivo de acercamiento.

“Todos los días camino entre 15 a 20 minutos para llegar al lugar de parada, donde es más factible acceder al servicio de locomoción, pero el invierno es más complicado, tengo que pagar de manera habitual estacionamiento, lo que implica un gasto mensual importante para mi vida diaria”, explicó.

Sobre este caso, son muchas las versiones que se tejen en torno a esa problemática, quienes coinciden que la necesidad es extrema considerando que este sector se encuentra en crecimiento.

OPINIÓN  DE LOS CONDUCTORES

Otro de los actores principales de esta situación, son los conductores de la locomoción Iansa Avellano, quienes expresaron que, si bien están en conocimiento de la necesidad de los vecinos de Alto del Retiro Sur, existe un conducto regular que cumplir antes de que una línea de locomoción comience a transitar en cualquier lugar de la ciudad.

Ellos sólo responden a las instrucciones de los representantes de su empresa.

Luis, uno de estos conductores, detalló que, si bien, conoce y ha sido testigo de la necesidad de estas personas es difícil la extensión por la avenida Octavio Jara Wolf, ya que es una avenida con tráfico complicado, sobre todo en su regreso.

Mientras que otros conductores, agregaron que para ellos este recorrido es un importante gasto, versus el poco público que allí existe, por lo que para ellos, esto no es favorable por la inversión que significa para algunos de los conductores que son independientes.

“Hace un par de años extendimos el recorrido hasta una de las avenidas nuevas de villa Galilea, de a poco se está poblando, pero es un proceso paulatino como que va a suceder en Alto Retiro Sur”, expresó a La Tribuna uno de los conductores que quiso mantener en resguardo su identidad.

IANSA AVELLANO: LA EMPRESA EN ENCRUCIJADA

Como se explicaba anteriormente, la única línea de acercamiento que presta utilidad a estos residentes es la empresa Iansa Avellano, donde hoy trabajan una cantidad importante de conductores, que realizan el recorrido por una significativa parte de la ciudad.

El circuito comienza desde Sor Vicenta hasta terminar en avenida Octavio Jara Wolf, donde esta situado su terminal de recorrido, el que justamente se ubica dos kilómetros del conjunto habitacional en cuestión.

Al respecto, uno de los representantes legal de esta empresa, Miguel Rodríguez Cisternas, explicó que conocen esta situación y ha escuchado a muchos de los afectados, a quienes les ha explicado que esta situación escapa, un poco, de sus manos, ya que para extender la línea, deben realizar modificaciones significativas para la empresa y hacia la Seremi de Transportes.

“Nosotros hemos ido a ver este tema y hay muchos puntos en contra, ya que en lugar residen muy pocas personas, lo que significa pocos pasajeros, además que en el ingreso al lugar hay muchos tacos, lo que significa un ingreso de conducción complicado”, recalcó el representante.

A ello, agregó que uno de los puntos que podría favorecer esta situación, es que, actualmente, se encuentran postulando a un proyecto de expansión de la línea, donde se van a integrar a cerca de 30 conductores, quienes podrían realizar este recorrido.

Además, subrayó, a nombre de esta línea, que ellos están dispuestos a continuar con las reuniones de la junta de vecinos o representantes, para extender las gestiones necesarias en conjunto.

“Como línea estamos preocupados por esta situación, pero es un tema que estamos viendo y esperamos que se puedan abrir cerca de 30 cupos. Por el momento, sólo podemos adelantar que esperamos resolver esta situación antes que llegue el invierno”, aseguró el hombre.

LA VOZ DE AUTORIDADES LOCALES

Asimismo, La Tribuna FinDe se contactó con la Seremi de Transportes de Biobío, quienes explicaron que para llevar a cabo estas gestiones, las entidades interesadas deben presentar las solicitudes necesarias, y ante ello se deben dirigir al organismo, la línea en cuestión, personal municipal, además de los vecinos, hecho que aún no se ha llevado a cabo, consignaron.

En tanto, mediante un comunicado, dicha cartera manifestó que  “como Seremi estamos cien por ciento disponibles para realizar el análisis técnico, para poder dotar de transporte público a este nuevo sector, siempre y cuando tengamos el requerimiento de parte de esta línea de colectivos u otra interesada y éstas cumplan con todos los aspectos administrativos necesarios”.

De igual manera se realizaron las consultas al municipio angelino, para obtener su respuesta sobre la existencia de los paraderos en el lugar, que llevan más de un año sin ser ocupados.

Quienes, hasta el cierre de esta edición, no emitieron respuesta alguna, sobre la alarmante situación de falta de locomoción colectiva que aqueja a una ciudad que crece a pasos agigantados.