Resumen noticioso

Dolor en Tucapel: a más de un año familias aún claman por justicia contra abusador de menores

En exclusiva para diario La Tribuna FinDe, madres de víctimas de abuso sexual explicaron cómo ha sido este proceso que aún se mantiene en investigación por parte de la Fiscalía de Yungay.

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“Desde el primero de marzo del 2017, estamos esperando una respuesta de fiscalía, de esto ya va casi un año y medio. ¿Qué espera la justicia para detener a este hombre que se aprovechó de 12 menores, incluido mi hijo?”.

De esta manera y con dolor Jacqueline Provoste, una de las madres de los niños que hace más de un año fueron abusados por su profesor de cueca, explicó la impotencia que siente al saber que el hombre que vulneró a su hijo aún se mantiene en libertad.

Esto, luego que el proceso de fiscalía no entrega un veredicto definitivo contra este instructor de cueca que en el sector de Huépil, realizó diferentes actos de vulneración contra menores que participaban de una agrupación folklórica, esto en diferentes ensayos.

El hecho quedó al descubierto, cuando una de estas mujeres descubrió al sujeto intentando abusar de su hijo de 12 años en su casa, cuando se mantenía solo con el hombre al que habían entregado su confianza, luego que participaran de diferentes actividades extraprogramáticas, posterior a ello se dio a conocer una decena de otros casos.

Según relató la madre que hoy clama por una respuesta de la Fiscalía de Yungay, estos actos se dieron a conocer de manera progresiva “el primer día cuatro niños les contaron a sus padres, posterior a ello se fueron sumando más testimonios y aproximadamente en el mes de junio supimos que en total hay 12 casos. Es decir 12 familias que sufren esta realidad”.

Según los informes recabados en esta investigación, los actos que realizó el hombre identificado con las iniciales A.E.G.C, se recaban en una investigación que está en desarrollo, donde se entregan testimonios de tocaciones, intento de violación, la presentación de videos pornográficos a menores, lo que fue declarado y rectificado por ellos mismos.

Sobre su vinculación con los niños, este desarrollaba actividades en tres establecimientos en los sectores de Trupán, Huépil y Polcura, donde practicaba actividades particulares en establecimientos, sedes sociales y además de ello, algunas actividades eran practicadas en un domicilio.

“Cuando nos enteramos de esto, fuimos sumando testimonios de padres y de cómo vivían la situación, fue entonces que conformamos este grupo, para luchar contra la vulneración de nuestros hijos”, explicó la mujer.

RELATOS DE MADRE QUE LUCHAN POR SUS HIJOS

En el desarrollo de este reportaje, fueron tres afectadas quienes quisieron entregar su testimonio en exclusiva a La Tribuna FinDe. Una es la representante de estos padres, Jaqueline, y dos de ellas quisieron reservar su identidad para no dar a conocer la realidad que hoy viven sus hijos, ni dar a conocer cómo fue este abuso.

“Hace pocos días conversaba con la psicóloga que me atiende y le explicaba por qué yo tengo que vivir esto y ¿por qué mi familia?, pero creo que esto me tocó para ser aún más fuerte, estoy luchando y no me voy a detener hasta que el rigor de la Ley se haga presente”.

“He luchado, me he presentado con abogados, solicité ayuda para los menores, entre ellos mi hijo. Aún quedan algunos niños en tratamiento y ya estamos agotados”, declaró una de las madres que tuvo la desgracia de saber sobre estos hechos y además fue una de las personas que encontró a este hombre a minutos de abusar de su hijo de tan sólo 12 años.

De igual manera, otra de estas mujeres manifestó que “fue un proceso fuerte, desde el primer momento en que supe lo que le pasó a mi hija, nosotros confiamos en él. De pronto sentimos que nuestra niña se estaba alejando y no sabíamos por qué”.

“Luego me enteré que este hombre tenía hasta videos de ella, cómo hizo la violación y por esto queremos saber qué pasa con él, necesitamos justicia”, expuso esta madre que lleva junto con su hija diversas terapias, a ello agregó que de todas maneras se mantiene en ellas un dolor que difícilmente será recompensado.

“En este testimonio no quiero incluir mi nombre, pero sabemos que si él lee esto sabrá claramente de quién se trata y cómo atentó contra cada uno de nosotros”.

Continuando con los relatos, una tercera mujer también se quiso hacer partícipe de los testimonios y explicó que su hijo está mejor, se siente repuesto, pero aún así su historia quedará de por vida.

“Es triste recordar y comentarlo, puesto que siento que uno no estuvo ahí como padre, cuando él lo necesitó. Me siento culpable y creo que fallé, ya llevamos casi dos años de espera desde que se supo todo y no entiendo, porque que si hay tantos casos comprobados, no se pueda hacer algo. Duele que la justicia sea así con los niños”.

En su testimonio de lucha, esta mujer agregó que una de las cosas que podría sacar en limpio es que descubrió que su hijo es una persona fuerte, que esto no le volverá a ocurrir y por ello espera que con los años, esta sea una experiencia superable.

“Hace poco salimos en familia y en plena calle mi hijo comenzó a experimentar recuerdos, fue doloroso, pero en ese instante él me dijo que esto no le volvería a ocurrir”, puntualizó, quien como tantas otras personas aún claman por justicia y mano dura para este falso instructor.

OPINIÓN PROFESIONAL: ¿COMO PODER SOBRELLEVAR ESTA REALIDAD?

Sobre los casos y como asumir este triste episodio, Jaime Aedo Saravia, director de la carrera de psicología de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles, perito judicial especializado en maltrato infantil y violencia sexual contra menores, explicó que estos son casos, representan el 30% a 40% de abusos cometidos en el entorno.

Esta agresión es llamada de tipo extrafamiliar y puede haber dos posibilidades según explicó el profesional “en primer lugar los abusos pueden ser cometidos por personas conocidas de las familias de las víctimas. Es común encontrarse con casos donde esta clase de agresores ha logrado embaucar a la familia completa, erigiéndose como figura de autoridad y admiración. El riesgo está en que el prestigio del agresor lleve a que la familia tienda a no creer la denuncia de la víctima y otros casos son personas desconocidas”.

“Sobre esto se puede señalar que en sí, la familia tiende a verse menos alterada ya que es relativamente más fácil asumir la veracidad del relato de la víctima y es muy improbable ponerse del lado del agresor”.

En estos casos, según expuso el profesional, el tratamiento de las víctimas depende de la profundidad del daño y de la capacidad del entorno familiar y social, para apoyar la recuperación “en general, los objetivos básicos suelen lograrse en torno a los dos años de tratamiento. En este punto considero relevante recalcar que es equivocado el lugar común que habla de “daño irreparable” en las víctimas de agresiones sexuales, si los responsables de la atención de las víctimas actúan de modo adecuado, siempre será posible lograr mejoras significativas”.

Sobre la reparación que tienen estas víctimas, el profesional manifestó sobre el tratamiento, que en primer lugar las personas siempre deben tener claro con antelación que siempre es importante que la familia genere seguridad con los menores.

“En este punto estimo necesario hacer una consideración previa. En mi experiencia profesional como perito psicólogo en casos de agresiones sexuales en contra menores de edad es común encontrarse con niños/as que espontáneamente relatan cosas como esta: “un día estábamos viendo tele y en las noticias hablaron de una niña a la que le pasaba lo mismo que a mí… entonces mi papá dijo ‘si le hacen algo a mi hija, yo mato a ese desgraciado, aunque me vaya a la cárcel… si le hacen algo a mi hija, yo me volvería loco’ “.  En el relato, el mensaje que entre líneas recibe la víctima de parte del padre es: “si te pasa algo, prefiero no saberlo”.  

Para prevenir o contener a tiempo las agresiones sexuales en contra de los menores de edad, es absolutamente necesario que existan adultos que les generen confianza, en otras palabras, adultos capaces de hacerse cargo del maltrato, detenerlo y repararlo, puesto que un adulto desesperado tiende a aumentar el daño en las víctimas.

Frente a las consultas, si es difícil pronosticar si demora menos en sanar el niño o sus padres, la prioridad es la atención de la víctima primaria (el niño) y los objetivos de intervención se organizan en torno a éstos.

Los tratamientos que actualmente se entregan a las víctimas se basan en tres dimensiones, desde el punto de vista, legal, psicológica y social.

En primer lugar, desde una perspectiva legal “se trata de interrumpir la situación de agresión sexual mediante la activación de mecanismos judiciales requeridos para resolver la situación de protección del niño/a, facilitando su acceso a la justicia. Esta fase es prioritaria antes de continuar con la intervención”.

En tanto, desde una perspectiva psicológica, el profesional dijo que el segundo objetivo es favorecer el proceso de resignificación de la experiencia de agresión sexual en el niño, niña o adolescente y el adulto responsable. Esta fase incluye el restablecimiento de la capacidad de las víctimas para reconocer y hacer que los demás reconozcan los límites de su propia corporalidad, es decir los espacios privados y de intimidad gravemente vulnerados por los agresores. Además se organizan acciones para contener la sintomatología postraumática como ansiedad, autoculpabilización u otros.

Por último, desde una perspectiva social, el objetivo es fortalecer los recursos familiares y sociales para el bienestar psicológico y social del niño, niña o adolescente, víctima de las agresiones con el propósito de generar un entorno capaz de ayudar a la recuperación y prevenir nuevas agresiones.

ANTECEDENTES DE ESTA CAUSA ¿POR QUÉ NO HA SIDO FORMALIZADO EL RESPONSABLE?

Ante las consultas realizadas por Diario La Tribuna a los organismos competentes, personal de la Brigada delitos sexuales de Los Ángeles, explicaron que este es un caso que actualmente se encuentra en desarrollo.

Sobre esto el comisario de la brigada, Rodrigo Claramunt dijo que “en este procedimiento se realizaron todas las pericias con los niños y sus padres. Sobre esto, se entregaron los informes completos y de ello fiscalía administra los tiempos y por lo que supimos en última instancia esta investigación se mantiene en proceso. Hace un mes se realizaron otras diligencias al respecto”.

De igual manera desde la fiscalía local de Yungay, donde el fiscal Mario Lobos lleva la causa, manifestaron que la investigación se encuentra actualmente vigente, con diligencia en desarrollo por lo que no se pueden entregar más antecedentes a la prensa.

Sobre el paradero de este responsable, La Tribuna intentó acceder a dar con él, sin poder lograrlo, aunque con la información que actualmente vive en la localidad de El Carmen, en la provincia de Ñuble.




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