Emprendimiento angelino destaca por su sello de inclusión

Hasta calle Santiago #850, llegó el equipo de prensa de La Tribuna para conocer las instalaciones de Sonrisas de Unpade, microempresa que entrega la posibilidad a personas con discapacidad intelectual de desarrollar labores remuneradas equilibrando la cancha en el mundo laboral.

Leticia Cuevas, directora del taller de capacitación laboral y coordinadora del proyecto Por el derecho a la inclusión laboral financiado por el Fondo Nacional de Proyectos Inclusivos (Fonapi) del Servicio Nacional de la Discapacidad, fue una de las encargadas de entregar información respecto de esta iniciativa.

Somos una corporación educacional que atiende a jóvenes con discapacidad intelectual, pero que, en paralelo, entregamos la oportunidad de tener un oficio para aquellos que no puedan insertarse en la vida laboral dentro de la comunidad, señaló.

Respecto al método utilizado, los jóvenes son instruidos por sus tutoras en diversas labores asociadas a la cocina, presentación, atención y aseo. Esto les permite desarrollar tareas que a la larga les retribuyen ingresos, fruto del esfuerzo realizado.

No obstante, los beneficios no solo son económicos, puesto que, el trabajo realizado les permite desarrollar su personalidad, reafirmando su autoestima, generando que sean más autónomos con respecto a todas las actividades que realizan en su vida, agregó la directora.

Con respecto a las tutorías, los 16 jóvenes beneficiados trabajan en compañía de Ángela Ferreira, monitora del taller de preparación de alimentos dulces, y Dina Puyol, jefe técnico del taller de capacitación laboral y monitora de elaboración de alimentos salados.

Por un lado, Ángela Ferreira contó que gracias a este taller los alumnos, además de desarrollar habilidades laborales, potencian sus destrezas sociales y el trabajo en equipo al compartir con sus pares. Al tener horarios desarrollan el valor de la responsabilidad y, en el caso de que sus compañeros presenten mayores dificultades, desarrollan la solidaridad.

Cuando trabajamos con personas con discapacidad intelectual, aparte de enfocarnos en las habilidades vocacionales, lo principal es trabajar las habilidades sociales y la formación valórica, añadió.

Por otro lado, Dina Puyol enfatizó en que ellos tienen gran capacidad de compañerismo, el trabajo en equipo es súper importante, porque cada uno tiene sus habilidades, por lo tanto, vamos trabajando en la cocina de forma colaborativa (...) En general son muy sociables, entonces cuando participamos de eventos ellos conversan y conocen a otras personas, lo que es muy importante.

En cuantos a las preparaciones ambas tutoras señalan que, en el caso de la cocina dulce, la especialidad son los cuchuflís y alfajores que se venden a diario, mientras que, en el caso de los alimentos salados, la carta es muy amplia y pueden preparar desde ceviche hasta pizza.

ALGUNOS DE LOS PROTAGONISTAS

Vestidos de rojo y tomándose un descanso del trabajo de la cocina, Javier Parra junto a Romina Arratia conversaron con el equipo de prensa para, además de entregar detalles de su trabajo, invitar a quienes deseen conocer más de su emprendimiento.

Nosotros trabajamos a pedido de los clientes, ya sea matrimonio, cumpleaños, baby shower, etc (...) Me gustaría que nos llamaran porque trabajamos con mucho amor, señaló Javier. Palabras que fueron complementadas por Romina, quien expresó que: Me siento orgullosa de trabajar en este proyecto con mis compañeros. Ahora estamos realizando trabajos para el día de la mamá junto a las profesoras.

EL PROYECTO Y METAS A FUTURO

En cuanto al proyecto denominado Por el derecho a la inclusión laboral, permitió ser financiado por los económicos obtenidos a finales de 2021 gracias al FONAPI. Actualmente, este aporte ha permitido, entre otras cosas, sustentar los sueldos de los 16 jóvenes.

Sin embargo, desde UNPADE señalan que su objetivo último es que la comunidad conozca y apoye esta iniciativa de manera que al ser autosustentables no dependan de otros financiamientos a futuro.

Por último, Pamela Gutiérrez, trabajadora social de la Corporación Educacional UNPADE, señaló que: Tenemos un sello personal, un valor agregado, ya que cada vez que nos compran apoyan de forma directa la inclusión laboral de jóvenes en situación de discapacidad.