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La Tribuna

Mandina Parra: La angelina que innovó en el mundo radial y que hoy Los Ángeles despide con tristeza

por Sofía Meier Améstica

Desapareció a sus 83 años en esta capital provincial, dando inicio a una ardua búsqueda que culminó hace unos días cuando sus restos fueron encontrados casi un año después de su extravío. Esta es su historia.

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A casi un año de su desaparición, se confirmó el hallazgo de los restos de Mandina Parra Muñoz, a quien se le perdió el rastro el 14 de febrero de 2023, quien fue dueña de Radio Universal y con una habilidad innata para la costura y la confección.

¿Quién fue Mandina Parra? Siendo una de las mayores de sus siete hermanos, nació el 22 de julio de 1939 en la comuna de Los Sauces (Región de La Araucanía).

De sus hermanos, ahora quedan vivos tres mujeres y un hombre. Su padre murió en 1965 y ella, por ser la mayor, debió adquirir mayores responsabilidades, encargándose de trámites del hogar y de sus propios hermanos. Tiempo más tarde, falleció su madre.

"Ella se quedó con nosotros. Se postergó como mujer y se dedicó a educarnos", relata Isolina Parra, la hermana menor de Mandina.

Por motivos familiares llegaron a vivir con un hermanastro en Los Ángeles, relación que no prosperó, pues según cuenta Isolina, "las dinámicas eran muy diferentes. Él era de otro sistema, no nos conocíamos. Estuvimos con él un tiempo y luego nos fuimos a vivir solitos".

Mandina estudió moda y sastrería, oficio gracias a cual trabajó durante muchos años. Detalla su hermana que "trabajaba hermoso la ropa de hombre y de mujer, la ropa de huaso. Si usted conoce algún huaso que quede en Los Ángeles, seguramente ella le hizo la ropa. Le hacía los trajes a los Middleton, a su familia completa, al señor Veloso que era abogado, a su señora y a su hija cuando estudiaba derecho. Trabajaba ropa muy linda. Nos hacía la ropa a nosotros; yo trabajaba en la Selecta y ella le hacía los uniformes a las chiquillas".

Mandina Parra Muñoz fue catalogada siempre como una mujer talentosa y con una gran habilidad para su oficio, "sin tomarte las medidas ella te hacía ropa y te quedaba perfecta", narra Isolina.

Cuando Mandina fue diagnosticada con Alzheimer, su hermana pequeña lamentó la situación pues pensaba "por Dios a esta cabeza qué le pasó, se perdió todo eso bueno que había".

MANDINA CON LA RADIO UNIVERSAL

Luego del fallecimiento de un sobrino que manejaba una radio Universal, que comenzó a transmitir en 1994, todos pensaron que se cerraría. Pero Mandina se negó a dejar morir el proyecto radial y decidió continuar por su cuenta porque (y en sus propias palabras) "hay mucha gente que trabaja ahí y necesita llevar el dinero para su familia y seguirla alimentando".

Este hecho marca un precedente en la historia de la radio, pues para la época, era fuera de lo común que una mujer se encargara de un área.

Mandina Parra siguió trabajando la radio durante varios años, mientras que su hermana Isolina se radicó en Viña del Mar, en 2012.

Aunque no visitaba Los Ángeles con tanta frecuencia, cuando su hermana mayor presentó los primeros síntomas del Alzheimer, comenzó a viajar todos los meses para verla.

Con la llegada de la pandemia, se le hizo imposible seguir visitándola, pero mantuvo el contacto vía telefónica, llamándola muy seguido para saber cómo se encontraba: "Ella siempre me decía, estoy bien. Voy a la radio y veo a los chiquillos. Siempre estaba todo muy bien para ella".

Cuando terminaron las restricciones sanitarias, Isolina retomó las visitas, ahora más a menudo, pues los efectos del aislamiento "la habían deteriorado. Había avanzado bastante su pérdida de memoria, aunque en su casa se manejaba muy bien".

Mandina se preocupaba de todos los quehaceres del hogar y de mantener todo en orden. "Salíamos, caminábamos, íbamos a la radio. Pero nunca nos dimos cuenta de cuándo se empezó a perder".

Todo cambió cuando el 31 de octubre de 2021 la encontraron más arriba del cementerio. Isolina viajó con urgencia cuando se enteró del incidente y junto a su hija, decidió comprarle un GPS a Mandina.

Se trataba de un rastreador, igual a los de equipaje, que pusieron en su cartera. De esta forma, podían saber dónde estaba en todo momento. Isolina relata entre risas que este accesorio utilizado por Mandina se encontraba deteriorado, pues su hermana mayor "lo había limpiado con cloro para no contagiarse de covid. Estaba toda pelada la cartera".

"Para nosotros este GPS fue fantástico, la monitoreábamos por el teléfono y mi hija me iba informando cuando ella salía de la casa. A veces llegaba muy bien a la radio, pero en otras ocasiones se iba para el lado del aeropuerto".

Gracias a esta ayuda tecnológica, Isolina llamaba a la radio para avisar que su hermana iba llegando para que la esperaran o se mantuvieran pendientes de su recorrido hasta la emisora.

CUANDO MANDINA DESAPARECIÓ

Isolina le regaló una cartera nueva a su hermana, a quien hubo que convencer primero para que dejara de usar la otra, que ya estaba mucho más vieja: "Llegamos a la casa y le digo ‘cambiemos la cartera’, porque el interés era cambiar el GPS, pero me dijo que ‘no, porque era mucha tontera. Dejémosla así no más, cuando tú vengas, la cambiamos’". Desde su cumpleaños hasta febrero de 2023, Mandina cambia de cartera tres días antes de su desaparición.

Llegó un día a la radio y sus trabajadores rápidamente dieron aviso a Isolina, pues la cartera nueva que tenía Mandina aún no tenía instalado el GPS. Fue entonces como un 14 de febrero de 2023, Mandina salió de su casa en calle Condell, esta vez sin rumbo, para ser encontrada casi un año después, ya fallecida.

Isolina recuerda con cariño el carácter de su hermana, sus grandes ganas de conversar, lo que le ayudó a conocer mucho más de su historia familiar pues, al ser la menor, solo tenía recuerdos vagos de sus padres.

"Escuchándola con sus conversaciones, nos sentábamos a tomar desayuno a las 10 de la mañana y nos parábamos a la 1. Aprendí mucho de ella", destaca su hermana.

Mandina Parra Muñoz será sepultada en su ciudad natal, Los Sauces, cumpliendo su deseo de volver y permanecer en aquel lugar una vez ella falleciera.

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