La semana pasada conmemoramos otro 8 de marzo teniendo presente la lucha que han dado las mujeres por sus derechos a lo largo de la historia. Reconocemos los innumerables obstáculos a los que nos vemos enfrentadas una y otra vez para lograr conseguir nuestros objetivos sean en el ámbito profesional, laboral o personal, desde injusticias estructurales que se encuentran normalizadas y asumidas en nuestra cultura hasta violencias que han vuelto a ser tema por las diferentes crisis que hemos vividos en los últimos tiempos.

Es importante detenernos a pensar y valorar a las generaciones de mujeres y niñas que han logrado transformar nuestras sociedades al defender nuestros derechos y la permanencia de estos en el tiempo, asumiendo muchas veces grandes retos y dificultades para dar visibilidad a nuestras necesidades. Gracias a todas ellas es que hoy muchas de nosotras podemos hacer cosas tan básicas como estudiar, trabajar, votar, participar en política, entre muchos otros aportes a nuestro desarrollo en la sociedad.

Señala Malala Yousafzai: “Para hacerme poderosa solo necesito una cosa: educación”. Por ello es urgente y necesario que desde nuestra formación inicial nos enseñen a las mujeres que también fuimos, somos y podemos ser grandes científicas, filosofas y políticas, que tenemos voz y muchos descubrimientos e historias que contar. Nosotras también podemos hablar fuerte e intervenir y no por eso somos mandonas, ni histéricas, ni locas, somos mujeres líderes, creativas, asertivas, valientes, audaces y con coraje. Somos hijas, madres y abuelas. Somos la mitad de la población mundial.

En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora conmemoramos a todas aquellas mujeres que con esfuerzo diario sacan adelante a sus familias, ejercen labores de cuidado no remunerados que hoy sabemos y reconocemos como un trabajo. A todas ellas que viven en la ruralidad de nuestra Provincia y saben que todos los días es un enorme sacrificio salir a trabajar. Por todas aquellas que han dedicado su vida a hacer un poco mejor nuestra sociedad, un Chile más justo, por las que han abierto las puertas a muchas de nosotras y nos han facilitado el camino.

Es momento que la historia la escribamos y la contemos nosotras.

Valeria Pérez Chavarría

Licenciada en Ciencias políticas y administrativas

Administradora Pública - Integrante Colectiva La Morada