Destacados psicólogos del mundo se debaten estos días en estas dos cuestiones. Unos señalan que "el mundo se construye en torno a los pensamientos originados por su fundamento primario: la razón". Mientras el otro, sostiene con vehemencia que ello no es así. "Serán los sentimientos los que originaron la historia de la humanidad". Estos último, con vehemencia, señalan que en los sentimientos se originan las emociones, los dolores del alma, que algunos llaman tristeza, las ansias, la esperanza, todo, mientras que la razón nunca es el primer paso, solo se origina en el paso siguiente que ha debido darse en la definición de la cosa requerida. Es decir, hubo algo antes de que la razón, actuara, se manifestara. La razón no es un hecho espontaneo, si lo es la emoción.
Esto, que admito genera debate y conflicto, también es útil cuando lo obrado se manifiesta claramente en uno de los caminos escogido. "Yo ´procuraré que la razón y solo ella, sea la que defina el camino propuesto". Expresa aquel hombre que es ajeno a cualquier otra interpretación de la vida que concurran otras formas de manifestación, como el sentimiento, por ejemplo. Generalmente, tales personas están lejos de Dios y de cualquier divinidad. Los sentimientos a su vez responden más a lo intangible, a la belleza de las cosas a la alegría, la naturaleza del asunto proyectado, en fin, es mejor sentirse cerca de las emociones que de las razones. Por ello, en general, la mujer es más feliz que el hombre y también soporta mejor las inequidades. Sus sentimientos han adquirido una suerte de razón espiritual.
¿Y por qué todo esto?
En 1865 se produjo la erupción del volcán Antuco. Cronistas de la época señalaban que "no hubo un solo cráter, se abrieron cráteres por los costados. El magma fue de tal magnitud, que cerró el paso de las aguas, formándose el Lago Laja". Por ello, los que recordamos el lago pleno, con sus bordes repleto de aguas, al bajar sus niveles, nos encontramos con bosques de roble y otras especies que quedaron atrapadas por las aguas.
Años después, un grupo de hombres, hace lo mismo, pero sin erupción alguna y detiene brevemente el andar de las aguas, creando una represa de unos dos kilómetros, (el Laja tiene 32 kmts), para luego, al igual que el Laja, dejar caer sus aguas en unas ruedas enormes que dan vida la electricidad. Al volcán se le aceptó su represa de magma pero a Endesa (hoy otro nombre), se le rechazó, la represa de piedras, cemento y fierro, se le escupió y denigró. ¿Quién se manifestó en una y otra? Bueno, en una la razón y en la otra los sentimientos. La emoción. ¿Y de quien fueron los escupos?
La razón se opone a sostener que el homo sapiens es parte de la naturaleza. Por lo menos eso es lo que se ve a diario en aquellos que se tropiezan con la misma razón. Ocurrió con el triunfo del 4 de septiembre pasado cuando el Apruebo de un racionalismo constitucional fue rechazado. No aceptaron jamás que los sentimientos fueron más fuerte que la razón, como la identidad, su fe, historia amores recordados, todo lo que es el alma nacional. Incluso han creado una dialéctica que se ocupa solo de eso, elevar la razón a puntos tan extremos que nació el racionalismo, misma forma expresiva del nacismo, comunismo, existencialismo, otros ismos ya conocidos. Estos son los nuevos tiempos, con ellos viviremos. Y serán ellos, los pilares de todos los debates que vendrán.
Mario Ríos Santander