El Presidente Gabriel Boric cumplió con el compromiso adquirido en su Cuenta Pública 2022, al presentar la Estrategia Nacional de Integridad Pública, (ENIP), como una de las aristas que viene a mejorar los estándares de transparencia, integridad y por cierto, dar la batalla a la corrupción. Curiosamente una de sus principales medidas es promover la implementación de Códigos de Ética en las reparticiones públicas, propuesta que hice en junio de 2022 al Concejo Municipal de Los ángeles, sin que hubiera mayor acogida en ese entonces. Por cierto, esto no me ha desanimado, e insistiré nuevamente, reiterando mi propuesta.

En la misma línea, participé recientemente  del Encuentro nacional de concejales y concejalas, denominado "Concejos Transparentes, Mejores Comunas", y recordé, que hace algunos años, nuestra Municipalidad recibió el reconocimiento del Consejo para la Transparencia por el completo y adecuado trabajo desarrollado en estas materias.

En el contexto de este Encuentro Nacional,  se reiteró la importancia de tener funcionarios probos y de cómo el correcto desempeño de su trabajo, no solo mejora la convivencia con los vecinos y vecinas, sino también, contribuye al desarrollo de nuestras comunas, asegurando el buen uso de los recursos públicos. Además, es relevante constatar, que, junto a la seguridad, hoy en día, la probidad, son dos de los temas más valorados por la comunidad. 

En estas líneas, quiero dejar atrás toda idea inquisitiva, o de caza de brujas, ni mucho menos apuntar con el dedo, pues lo que importa es progresar y crecer en el marco del respeto por la transparencia, la honestidad y la integridad.

Por ejemplo, los concejales de todo Chile concluimos que necesitamos más atribuciones fiscalizadoras para limitar el poder de los alcaldes o alcaldesas, que debemos tener facultades que nos permitan iniciar acciones sobre las personas que incurren en ilícitos, que requerimos capacitarnos y ser asistidos adecuadamente en estas tareas, que se debe sancionar el que un alcalde o su equipo de confianza no entregue oportunamente la información solicitada, entre muchas otras atribuciones.

Instaurar la fiscalización como un hecho natural de nuestro trabajo diario, es otra idea sana, de tal forma que todos los funcionarios y funcionarias, tengan la tranquilidad y certeza de que su trabajo será siempre revisado, reconociendo así también lo bueno, y que existirán supervisores y controles permanentes, dando a la Dirección de Control Municipal, una fuerza mayor para desincentivar la corrupción. Es decir, generar un ambiente de control, general e impersonal, lo que, por cierto, estoy seguro, nuestros colegas municipales agradecerán.

No es buscar debajo de la alfombra, con afán mediático o destructivo, tampoco es desconfiar de todos y de todas, es solo reconocer que el ser humano es corruptible, sujeto de tentaciones, y que debemos poner límites, estar siempre atentos, sobre todo, cuando se trata del Bien Común, de los recursos de todos los chilenos, y de la responsabilidad de gobernar, y buscar el bienestar y felicidad, de cada uno de quienes son parte de nuestro territorio y comuna.

Patricio Pinilla

Concejal de Los Ángeles

Abogado