El retorno a clases moviliza a la familia chilena y al país preparando todo lo necesario para recibir a más de tres millones de estudiantes en sus aulas y sobre la base de las últimas estadísticas, también lo hacen 434.939 profesores, entre docentes y directivos.
Todos los padres disponen de amplia información para postular a sus hijos a los colegios que tenga una oferta educativa que satisfaga sus expectativas, desde el punto de vista de la formación estudiantil, actividades complementarias y convivencia escolar.
Todo lo anterior representa un acuerdo entre el colegio y la familia, que se expresa a través del reconocimiento que los apoderados suscriben del Reglamento Interno y de convivencia, como así mismo del Proyecto Educativo del establecimiento. Este acuerdo obliga a las partes a cumplir con lo que explícitamente se indique en estos documentos. Hay colegios que acuerdan, por ejemplo, que sus estudiantes deberán usar el uniforme y mantener una presentación personal adecuada, y en el ámbito más administrativo, establecen algunas normas, como la puntualidad en el cumplimiento de los horarios, manejo apropiado del lenguaje, cuidado del equipamiento, respeto a sus compañeros y profesores. Los incumplimientos a estas normas son objeto de sanciones, que dependiendo de la gravedad de la falta van desde una amonestación, suspensión de clases y hasta la aplicación de la ley "aula segura", que en su grado máximo considera la cancelación de la matrícula. El retorno a clases, después de la pandemia, trajo de vuelta a estudiantes con una problemática psicosocial muy profunda, generando mucha tensión en las aulas, peleas, agresiones, intolerancia frente a cualquier acto , problemas de comunicación entre pares y con profesores , obligando a desplegar los reglamentos y sus protocolos , esos mismos , que el apoderado en el momento de matricular a su hijo los aceptó y suscribió plenamente . Se espera que en el transcurso de este nuevo año escolar, el cual se inicia sin las limitantes que imponía el COVID y con una cohorte de estudiantes que ya tuvo un año normal, recuperando el hábito de permanecer en el colegio toda la jornada, el comportamiento estudiantil vuelva a su cauce, como también, la buena convivencia que siempre caracterizó la escuela chilena. Es oportuno recordar dos cuestiones que en materia educativa son fundamentales: La primera, señalar que es la familia la encargada y responsable de educar a sus hijos, en el respeto a los valores fundamentales, en los buenos hábitos, enseñar el valor de la obediencia, la puntualidad y el cumplimiento con las normas establecidas en el colegio y en la sociedad, (especialmente a convivir) ; luego está la escuela y sus maestros quienes deben lograr que sus alumnos aprendan las diferentes materias desarrollando todas sus habilidades, y también, reforzar aquello que ya iniciaron los padres en casa.
Esperando que estas importantes tareas sean asumidas por ambos estamentos, nuestras escuelas y liceos dan inicio a sus actividades pedagógicas; fundamentales para el desarrollo de nuestros niños, estudiantes y jóvenes que sueñan y desafían el futuro.
Mario Morales Burgos
Profesor.