Polémica por las Humanidades

Zenón “Cheno” Jorquera

por Zenón “Cheno” Jorquera 01 Julio 2024

Entendemos por polémica una discusión retórica que está destinada a apoyar una posición determinada, por una protesta o queja, para debilitar la de la posición opuesta. La palabra se deriva del griego antiguo polemikos: "belicoso, hostil", a su vez de polemos: "guerra". Basta una breve (y a veces sencilla) opinión para que estalle la guerra a través de los diversos medios posibles, ya sean las redes sociales, los diarios (en Cartas al Director), las columnas, los blogs y los chats.

Fue suficiente que el economista Sebastián Edwards emitiera una opinión en una entrevista en CNN sobre el futuro de la economía el miércoles 12 de este mes. Declaró que "para recuperar el dinamismo y avanzar en prosperidad y bienestar social, Chile necesitaba pasar a un nuevo estadio de desarrollo. Ello requería un fuerte aumento del número de trabajadores/as con educación superior especializada y técnica". Agregó que "para exportar servicios de alto valor agregado es preciso más científicos aplicados, más ingenieros, más diseñadores, más arquitectos". Hasta ahí no hay divergencia. Concordamos en su apreciación.

Lo que provocó la polémica es lo que añadió. Sugirió que, "dada la necesidad de especialistas y técnicos, y en vista de que los recursos son limitados, se redujeran las Becas Chile de posgrado para las humanidades a casi cero, durante unos años".

El primero que le retrucó fue Cristián Warnken, en su columna de El Mercurio, y en una entrevista difundida por La Tercera señaló que ante una falta de convencimiento de la importancia de la Humanidades en la vida de las personas, "No existe esa convicción de que las humanidades son cruciales y fundamentales".

Edwards es un defensor de las ingenierías, aunque también su sensibilidad por las humanidades lo ha llevado a publicar algunas novelas. El economista también hizo otra propuesta que ciertamente puede provocar polémica. Señaló: "Hagamos la Universidad Politécnica de Beauchef en Chile. Separemos a la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile. Saquémosle todas las trabas de las tomas, de la tontería", aseguró. Su idea es emular al Imperial College de Londres que hace 25 años "era la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Londres", agregando que "un día dijeron, las humanidades, la tontería, la teoría crítica nos está fregando como ingeniería, y se separaron. Y pasaron de ser el número 500, al número 400, 300. Y hoy día son la segunda universidad del mundo en todo (según el ranking QS)", detalló. Parece una brillante idea, pero evidentemente no lo es. Además por la manera que Edwards hizo el relato.

Debemos abogar a favor de la educación integral, proceso que implica el desarrollo de todas las capacidades del individuo para insertarlo en el mundo. Se requiere preparar a los estudiantes como seres dotados de muchas aptitudes, potenciar todas sus habilidades para su ingreso al mundo social, laboral y cultural y que pueda desempeñarse eficientemente. Una formación que abarque todas las potencialidades del ser humano, que saque afuera los talentos innatos de las personas para que se desarrollen plenamente. No se trata de saber todo sobre muy poco. Al revés, saber de todo un poco nos lleva a ser curiosos, a buscar la respuesta a muchas cosas, a pensar, a meditar, a reflexionar y a aprender mucho más del mundo. Los seres humanos nos distinguimos de otros humanos porque tenemos la facultad de pensar, usar la razón. Poseemos capacidades mentales que nos permiten inventar, aprender, mejorar habilidades, adquirir conocimientos. Y las humanidades son necesarias en la formación, crecimiento y desarrollo de todos los individuos. Tampoco se trata de si son más importantes las humanidades o las ciencias, sino entender que todo nos sirve para ser mejor persona.

Las polémicas no siempre son estériles. Ésta la veo como beneficiosa. Ha permitido valorar aún más las Humanidades, necesarias para el desarrollo del ser humano en su aporte al progreso de la humanidad.

Este debate, seguramente, continuará.