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La industria de le energía en Chile no puede dejar de funcionar porque es la base de todo. La economía de nuestro país depende de ella y en ese sentido somos conscientes, pero es fundamental que el desarrollo de esta vaya de la mano con el crecimiento de las zonas de producción, es decir con nuestro territorio.
La energía limpia que se produce en la Provincia de Biobío no ha tomado el peso o no ha visto el real impacto que genera en nuestros vecinos y vecinas, tampoco las intervenciones en el territorio que afectan a los animales y las tierras donde se emplazan.
Dicho lo anterior, hay dos temas que deben ser analizados en profundidad y como líderes políticos comunales debemos dejar en claro.
La tributación de las transnacionales debe ser en el territorio y si bien la ley no los obliga, lo cierto es que se trata de un tema de voluntad, porque es posible implementarlo sin que la reforma tributaria los obligue.
Otro tema es el descongelamiento de las tarifas eléctricas tras el Estallido Social y la pandemia, punto que hoy está haciendo que las familias más vulnerables pierdan sus poderes adquisitivos, porque pese a los esfuerzos del gobierno del Presidente Boric y al reajuste del sueldo mínimo, el dinero, simplemente no alcanza y el empleo sigue siendo inestable.
Urge, como lo he dicho en la prensa, hacer una Ley Corta que considere la realidad de los más pobres y no basta con un subsidio para las familias que estén en el 40% de la población más necesitada, porque aquellas familias que no están bajo esa línea y que no tienen capacidad de ahorro porque están en el límite de sus ingresos y gastos, no son consideradas. Esa realidad que antes se encasillaba en "la clase media trabajadora u obrera" sufre en el día a día, porque no hay tiempo ni capacidad física para producir ingresos sin descuidar la felicidad, sin descuidar la familia.
Ahora bien, si comparamos esa realidad nacional con la realidad de nuestra provincia, lo cierto es que la impotencia crece y sabido es que la impotencia puede transformarse rápidamente en ira y eso solo genera conflictos en las sociedades que lo sufren y si quiere un ejemplo para ello, recuerde el Estallido Social.
Lo cierto es que si sumamos la pobreza de nuestros vecinos y vecinas a la explotación y sacrificio del territorio donde se emplazan las generadoras de energía, tendremos como resultado una demanda clara y argumentada, no podemos pagar lo mismo que todos si somos nosotros y nosotras quienes debemos llevar el sacrificio.
Por lo mismo, hoy, el llamado es al parlamento y por eso me he acercado al senador Gastón Saavedra, quien ha hecho eco de nuestro llamado. Queremos pedir el apoyo y la colaboración de los parlamentarios, queremos que nuestra voz sea escuchada, con la finalidad que a través de nosotros también se escuche la voz de nuestros vecinos y vecinas, el clamor en definitiva de la comunidad de la cual somos parte.
Voy a intentar junto a mis colegas y autoridades que nuestros vecinos y vecinas puedan pagar un porcentaje menor, tener un incentivo, porque desde nuestra cordillera y desde nuestro valle central se está generando la energía para el funcionamiento del Sistema Interconectado Central y desde aquí se entrega gran parte de la energía, que por ejemplo da vida a la industria minera.
Mi compromiso, como consecuencia del traspaso de la soberanía, será buscar una Proyecto de Ley que haga eco de estas palabras y para ello, los alcaldes somos los llamados a entregar los insumos para que nuestros congresistas trabajen, porque como lo he dicho antes en esta tribuna, la unión hace la fuerza.
Jorge Rivas Figueroa
Administrador Público
Licenciado en Ciencias Políticas
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