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El cierre de una etapa puede ser doloroso, haciendo que el horizonte se vea gris y la tormenta amenazante. No te preocupes por muy dura que sea, siempre saldrá el sol y todo volverá a nacer. Ten paciencia, ya pasará, pues hasta la herida más profunda, puede llegar a cicatrizar y sanar.
En tu vida hay y habrá un rol especial para cada persona, para cada experiencia, para cada logro o fracaso, cada ilusión o decepción; algunas serán sólo una parada en el camino y otras serán la estación terminal. Sólo aceptando y viviendo lo malo, podrás darte cuenta de que llegaste a destino, el mensaje oculto de todo esto, es que viene algo mejor.
No pierdas la perspectiva, este terremoto en el corazón, sólo fue un capítulo y no el libro entero, no importa que te sientas solo (a), no permitas que ese sea el motivo para volver desde donde saliste por la fuerza, relájate y dale valor a estar contigo, valora tus silencios, tus risas, tu curiosidad, tus logros. Es el momento de disfrutar tu maravillosa imperfección y aprender de ti, puedes ser un alumno brillante o un gran maestro, si pones atención a la clase.
La lección de la vida está en curso, por eso, descúbrete a ti mismo (a), háblate bonito, trátate con compasión, motívate con cada paso que des, escucha a tu intuición, no planifiques tanto, deja que lo espontáneo sea el rumbo, aléjate del pasado y libérate, porque si tienes las manos ocupadas para no soltar el pasado, no podrás recibir el futuro.
No olvides, no importa que tan imponente sea la prueba, ni cuan amargo el trago, lo que ayer te dañó, hoy te fortalece, enamórate de ti, porque tú eres el refugio que buscabas, el abrigo que faltaba, el vaso de agua que necesitabas y la ayuda que esperabas...sabes, "la casa eres tú y nada malo te ocurrirá", en ti hallarás la luz en la oscuridad y medicina para calmar tu dolor.
Tal como te lo dije, "la casa eres tú", no te sobreexijas, aterriza tus expectativas, ya estarás en tu mejor versión, nada ni nadie realmente te pertenece y lo que es tuyo está y estará siempre contigo, te tienes a ti y eso es un tremendo regalo, si quieres amor, parte por el propio.
Sonríe, la vida es hermosa, ya sea soleada o nublada, con momentos para enmarcar y otros para olvidar, "no importa las veces que caigas, sí, las veces que te levantas y sigues adelante", incluso retroceder puede ser bueno, si es para tomar impulso y dar un gran salto, no te detengas...hay demasiadas cosas buenas esperando por ti.
Aprende de la experiencia ajena y de la propia, lo mejor no está por venir, está sucediendo ahora y tiene nombre de regalo..."se llama presente", vamos que tú si puedes echar a andarla fábrica de bonitos recuerdos, no todo se puede controlar, a veces simplemente ocurre, porque ya verás como lo mejor te encontrará y se quedará contigo.
No te aferres a lo que te resta y toma con suavidad lo que suma, mereces ser feliz y tener la casa más hermosa del barrio, pero debes cuidarla y hermosearla, para que te den ganas a ti y a muchos más, habitar en ella. Abre la puerta a las emociones, deja entrar por las ventanas la luz de la fe y esperanza, es tiempo de florecer de manera multicolor, si llegaste hasta aquí en tu lectura, es señal de que el viaje hacia tu felicidad ya partió dentro tuyo, para escribir el poema más hermoso, sobre las páginas en blanco de tu vida. ¡Que tengas un maravilloso día!
Luis Rozas Mardones, psicólogo
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